El asesinato de Bernardo Bravo Márquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, ha vuelto a poner en evidencia el impacto que la violencia del crimen organizado tiene sobre el campo mexicano. Su muerte, ocurrida esta semana, refleja la situación que enfrentan numerosos productores de limón, aguacate o jitomate en regiones donde las extorsiones y el cobro de piso se han convertido en una práctica habitual.
El limón, uno de los ingredientes más emblemáticos de la gastronomía mexicana, se ha transformado también en un producto de alto interés para las organizaciones criminales. México es el segundo productor mundial de esta fruta y exporta hasta 749.000 toneladas anuales, lo que convierte al cultivo en una fuente importante de ingresos tanto para agricultores como para intermediarios.
Sin embargo, detrás de su éxito comercial se esconde un sistema de extorsión profundamente arraigado. En los últimos años, los grupos delictivos han impuesto cuotas a los productores —conocidas como "derecho de piso"— que pueden alcanzar hasta la mitad de sus ganancias. Quienes se niegan a pagar enfrentan amenazas, incendios de huertos o incluso atentados contra su vida.
Más allá del beneficio económico inmediato, estas prácticas tienen una función estratégica: controlar rutas, centros de acopio y redes de distribución, al tiempo que financian las estructuras criminales mediante la compra de armas o la corrupción de autoridades locales. Así, la extorsión se convierte no solo en una fuente de ingresos, sino en una herramienta para consolidar poder territorial y político.
Las consecuencias se sienten en toda la cadena productiva. La violencia y el acoso a los agricultores elevan los precios, interrumpen los suministros y generan inestabilidad en el mercado interno, afectando tanto a productores como a consumidores.
El crimen organizado no solo se apropia de una parte del valor del limón mexicano: está poniendo en riesgo la sostenibilidad de una de las actividades agrícolas más representativas del país.
Fuente: cronica.com.mx