La campaña 2025/2026 de cerezas en Mendoza comenzó con buenas expectativas en calidad, aunque con cierta cautela por la posible reducción del volumen de producción a causa de las condiciones meteorológicas registradas durante el invierno y la primavera.
Según datos de la Cámara de Cerezas de Mendoza, los primeros cortes muestran fruta de excelente calibre, color y firmeza, lo que anticipa una favorable recepción en el mercado. La provincia mantiene unas 700 hectáreas productivas, distribuidas principalmente entre el Valle de Uco, el Oasis Norte y el Este mendocino, con rendimientos promedio de 5.000 a 6.000 kilos por hectárea. Esta estructura productiva consolida a Mendoza como la principal región argentina de cerezas tempranas, con una ventana comercial que le permite llegar al mercado interno antes del ingreso de fruta patagónica.
En el plano climático, el invierno de 2025 acumuló cerca de 1.064 horas de frío, dentro del rango histórico, aunque los técnicos señalaron una calidad irregular del frío invernal por la alternancia de períodos templados. Esa inestabilidad, sumada a una primavera más cálida, provocó un corrimiento o pérdida de cuajado que podría reducir entre un 10% y un 15% los rendimientos esperados.
Aun así, las condiciones agronómicas en Mendoza resultan más favorables que en otras provincias productoras, como Río Negro o Neuquén, donde el corrimiento fue más pronunciado. Los lotes mendocinos presentan floraciones más uniformes y buena sanidad, con monitoreos activos frente a la mosca de los frutos (Ceratitis capitata), una plaga que limita el acceso a mercados como el chino.
En materia comercial, las variedades tempranas Brooks y Royal Dawn se orientan principalmente al mercado interno, donde la demanda se mantiene firme y los precios son atractivos. Para la exportación, se prevé un volumen similar al del año pasado, en torno a las 8.000 toneladas, con destino a Estados Unidos, Europa y Medio Oriente.
La temporada también destaca por la incorporación de innovación varietal. Por primera vez, Mendoza gestionó la importación de material vegetal certificado, con el fin de renovar plantaciones y mejorar la productividad. Este material pasará por una etapa de cuarentena y multiplicación en viveros locales antes de ser injertado con variedades comerciales. Especialistas señalan que esta renovación genética permitirá mayor rendimiento, mejor manejo agronómico y frutos más resistentes al transporte.
En síntesis, la campaña 2025 combina prudencia en las previsiones y optimismo por la calidad alcanzada. Mendoza reafirma su liderazgo como productora de cerezas tempranas en Sudamérica, con la innovación tecnológica y la apertura comercial como ejes de su crecimiento a futuro.
Fuente: revistachacra.com.ar