Frente al calentamiento global, cada vez más productores de cítricos japoneses se decantan por el cultivo del aguacate, que se adapta mejor al aumento de las temperaturas. En la prefectura de Ehime, región famosa por sus mandarinas, un productor dedica ya un tercio de sus tierras a unas diez variedades de aguacate. Cree que, sin esta reconversión, la producción de cítricos sería insostenible.
Los aguacateros requieren menos cuidados, son más resistentes a enfermedades e insectos y soportan mejor el calor, explica el diario Asahi Shimbun. Otras regiones, como Shizuoka, también están animando a los agricultores a seguir este camino.
En 2025, Japón vivió su verano más caluroso desde que comenzaron los registros en 1898, con temperaturas superiores en más de 2 °C a la media. Este calentamiento está desplazando cada vez más hacia el norte la zona propicia para el cultivo de cítricos. A finales de siglo, las principales regiones productoras de cítricos del país podrían resultar demasiado calurosas, según las estimaciones de GIEC.
En respuesta, el cultivo del aguacate está en auge: las superficies cultivadas se han multiplicado por trece en ocho años, y se espera que la producción, que era casi nula en 2014, supere las 30 toneladas en 2022.
Fuente: Courrier International