La campaña citrícola ha comenzado en la Comunidad Valenciana con compras anticipadas y precios elevados, especialmente en la variedad Clemenules, símbolo de la provincia de Castellón. Sin embargo, el optimismo inicial convive con las mismas dudas que cada año sobre la evolución de las exportaciones y el impacto de la competencia exterior, que continúa ganando terreno en los mercados europeos.
Uno de los principales focos de atención vuelve a ser Egipto, que tras inundar el mercado comunitario en la campaña 2023/2024, redujo sus exportaciones un 30% en la última temporada debido a una menor producción. Aun así, el país mantiene su capacidad para influir en los precios internacionales, no tanto a través de la fruta fresca como por su creciente presencia en la industria del zumo, un ámbito en el que ha duplicado el número de empresas en el último año.
Según advierte la Unió Llauradora, el riesgo para el sector valenciano no solo reside en la competencia de fruta en fresco. El aumento de las importaciones de zumo de naranja procedentes de Egipto y Brasil podría trasladarse directamente a una bajada de precios para la fruta destinada a la transformación, un segmento esencial para dar salida al producto de menor calibre o con defectos comerciales.
Desde la organización agraria recuerdan que Egipto sigue siendo uno de los grandes competidores en la exportación de cítricos a la UE. Aunque las previsiones para la próxima campaña apuntan a una caída de su producción, lo que en principio podría aliviar la presión sobre el mercado europeo durante el invierno, ese efecto podría diluirse si el país redirige parte de su cosecha a la industria del zumo, como ya ocurrió en la temporada anterior.
Otro actor clave es Brasil, el principal proveedor mundial de zumo de naranja. Las recientes medidas arancelarias de Estados Unidos, que han incrementado en un 50% los gravámenes a las importaciones brasileñas, podrían llevar a su industria a redirigir parte de su oferta hacia el mercado europeo.
En este contexto, la combinación de una mayor presencia de Brasil y el empuje de Egipto en el negocio del zumo amenaza con ejercer una presión adicional sobre los precios de los cítricos españoles, especialmente los destinados a la industria de transformación. Esta situación preocupa al campo valenciano, que depende de ese segmento para mantener la rentabilidad de la fruta que no alcanza los estándares del mercado en fresco.
Los productores afrontan la nueva campaña con cautela, a la espera de comprobar si la reducción de fruta egipcia en fresco —un 30% menos, hasta unas 345.000 toneladas— se traduce en un mercado más equilibrado durante el invierno. Sin embargo, el auge del sector egipcio del zumo y la creciente presión internacional apuntan a una temporada incierta, en la que la rentabilidad dependerá de la capacidad del sector para defender precios justos frente a la competencia exterior.
Fuente: valenciaplaza.com