La historia del mango en Perú es un ejemplo de crecimiento estratégico y sostenido. Lo que comenzó en la década de los noventa como un cultivo incipiente con intentos limitados de exportación, se ha consolidado hoy como un pilar de la agroindustria peruana y un producto de alta demanda en los mercados internacionales.
El primer contacto del mango Haden peruano con el comercio exterior se remonta a fines de 1973, desde el valle de San Lorenzo. En 1979, la recepción de los mangos Haden en Canadá confirmó su potencial de exportación. Desde entonces, el mango peruano ha registrado un crecimiento sostenido, aprovechando su ventana comercial entre noviembre y marzo, lo que le ha permitido posicionarse globalmente.
Actualmente, Perú se ubica entre los tres principales exportadores mundiales, con la variedad Kent como referencia de calidad y sabor. La campaña 2024-2025 marcó un hito histórico: se exportaron 286.311 toneladas métricas a 38 destinos, mientras que los envíos a Estados Unidos superaron los US$100 millones.
El sector opera bajo un enfoque de triple sostenibilidad: técnica, con la implementación de certificaciones como GlobalG.A.P., BASC, BCR y SMETA; ambiental, mediante el control fitosanitario coordinado con Senasa frente a plagas como la mosca de la fruta y los trips, acompañado de capacitación continua a miles de pequeños agricultores; institucional, con el apoyo de entidades como PromPerú, INIA y Midagri.
La Asociación Peruana de Productores y Exportadores de Mango (APEM) lidera la expansión a nuevos mercados, trabajando con Senasa y PromPerú para acceder a 63 destinos autorizados, con foco en Malasia, Vietnam, China y Corea del Sur.
El sector impulsa la capacitación y soporte técnico a los productores, enfocándose en prácticas de cultivo y tecnologías poscosecha que eleven los estándares de calidad y sostenibilidad. También se promueve la adopción de tecnologías de riego eficientes y estrategias para la gestión sostenible del recurso hídrico, fortaleciendo la integración entre productores, empacadoras y exportadores.
El objetivo final es lograr estandarización de calidad, consolidar la presencia del mango peruano en los principales mercados internacionales —Estados Unidos, Europa y Asia— y fortalecer la marca país, reconocida por su excelencia, competitividad y sostenibilidad.
Fuente: agraria.pe, con información de Peruvian Mango, revista de APEM