El futuro de la citricultura pasa por la intensificación sostenible, y el grupo Agromillora, líder mundial en innovación vegetal, ha dado un paso decisivo con el lanzamiento de CIVAC 19, un nuevo portainjerto de cítricos que combina eficiencia productiva, sostenibilidad y adaptación tecnológica.
Desarrollado en colaboración con el IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) y evaluado por el IFAPA Las Torres (Sevilla), CIVAC 19 nace tras más de dos décadas de investigación orientada a redefinir el modelo productivo citrícola.
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"CIVAC 19 aporta una genética que nos permite intensificar las plantaciones. Hasta ahora, los materiales existentes presentaban un vigor excesivo que dificultaba avanzar hacia modelos más rentables y sostenibles", explica Gerardo Brox, responsable de Agromillora. "Para nosotros, la intensificación sostenible es la forma más inteligente de producir: permite al agricultor ganar rentabilidad reduciendo el consumo de recursos".
CIVAC 19 ya está registrado en el catálogo europeo de portainjertos comerciales, lo que permite su plena utilización en plantaciones de cítricos en todo el continente. Su principal característica es un vigor moderado, que facilita marcos de plantación más densos y controlados sin comprometer la productividad por hectárea.
"No es un material enanizante, pero sí menos vigoroso que los portainjertos tradicionales", matiza Gerardo. "Esto permite reducir la estructura leñosa del árbol, con menor volumen de copa y, por tanto, menos consumo de agua, nutrientes y fitosanitarios, manteniendo el mismo rendimiento por superficie".
"El resultado es un árbol más equilibrado, que optimiza los recursos hídricos y nutricionales y reduce significativamente los costes de mantenimiento y recolección. En el caso de la fruta destinada al consumo en fresco, el menor tamaño del árbol facilita el acceso al fruto, reduciendo la necesidad de mano de obra y mejorando la eficiencia del trabajo en campo".
Hacia una citricultura más automatizada y competitiva
La tendencia a la intensificación no es exclusiva de los cítricos. Agromillora ya ha liderado procesos similares en cultivos leñosos como el olivo, el almendro o los frutales de hueso, y ahora traslada esa experiencia al sector citrícola, con una mirada puesta en la mecanización y robotización.
"CIVAC 19 permite diseñar huertos en dos dimensiones, con árboles más compactos y accesibles. Esto es clave si pensamos en la llegada de la robotización al campo", afirma Gerardo. "La recolección automatizada ya es una realidad en cultivos como el manzano, y en pocos años llegará al sector citrícola. Por ello, quien adopte hoy un modelo de plantación mecanizable tendrá una clara ventaja competitiva en el futuro".
"En cuanto a las plantaciones orientadas a la industria del zumo, CIVAC 19 facilita la creación de muros productivos compatibles con máquinas cabalgantes, una tecnología que ya se está probando en Brasil —país donde Agromillora también tiene viveros y presencia consolidada— para mejorar la eficiencia en la recolección de cítricos industriales".
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Veinte años de investigación y colaboración
El desarrollo de CIVAC 19 ha sido un proceso largo y exigente. Agromillora y sus socios institucionales han probado el material durante dos décadas en diversas condiciones de suelo, clima y variedades, tanto en España como en Latinoamérica, hasta consolidar un conocimiento sólido sobre su comportamiento agronómico.
"Evaluar un portainjerto requiere años de ensayo y observación", señala Gerardo. "Hay que identificar el material con potencial, adaptarlo a distintos entornos y recopilar datos durante varios ciclos productivos. Después de más de veinte años, podemos decir que tenemos la base técnica suficiente para ofrecer al productor una alternativa fiable, sostenible y rentable".
"CIVAC 19, fruto de esta investigación, refleja el compromiso de Agromillora con la innovación genética aplicada a la agricultura sostenible. Su enfoque se centra en ofrecer soluciones que respondan a los principales retos del sector: escasez de mano de obra, aumento de costes, presión medioambiental y necesidad de mecanización", destaca.
"Un cambio de paradigma que requiere tiempo, pero que será imprescindible"
Aunque el CIVAC 19 ha despertado gran interés entre técnicos y productores, Agromillora reconoce que la adopción de nuevos modelos de cultivo requiere un proceso de transición gradual. "El sector citrícola ha trabajado durante décadas de la misma forma, y es lógico que se necesite tiempo para asimilar nuevas estrategias", comenta Gerardo. "Habrá agricultores que adopten este modelo de inmediato, otros que lo hagan dentro de unos años, y algunos que prefieran no cambiar. Pero la presión sobre la mano de obra y los costes hará que, tarde o temprano, estos sistemas sean imprescindibles".
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En este sentido, la compañía subraya la importancia de alinear la innovación genética con la evolución tecnológica. "Si en los próximos años queremos integrar robots o maquinaria inteligente para la recolección, debemos empezar ya a plantar con estructuras adaptadas. No se puede pedir a la tecnología que trabaje en un modelo de cultivo pensado hace 50 años", concluye.
Por ello, el nuevo portainjerto se posiciona como una pieza clave en la estrategia de Agromillora para modernizar la citricultura y promover modelos de producción más eficientes, rentables y sostenibles. Su desarrollo responde a una visión a largo plazo en la que la genética, la mecanización y la digitalización confluyen para dar forma a la agricultura del futuro.
"En Agromillora siempre hemos sido un poco disruptivos", afirma Gerardo entre risas. "Nos gusta proponer cosas que nadie propone, aunque generen debate. Lo importante es que se hable de innovación, porque eso es en definitiva lo que mueve al sector y lo que nos hace avanzar".
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