En la región tropical de Panamá, Río Piedra Farm desarrolla un proyecto centrado en la producción de coco y el coco verde, con el objetivo de atender tanto el mercado nacional como abrir oportunidades de exportación en Europa. La finca cuenta con más de 80 hectáreas cultivadas y planes de expansión que alcanzarían las 300 en los próximos años.
© Río Piedra Farm
La plantación comenzó su etapa productiva este año, lo que aporta características diferenciadas al producto final. "El agua de los cocoteros jóvenes tiende a ser más dulce y con una composición de electrolitos interesante para el consumo", explican Antonio y Stefany, representantes del proyecto. Actualmente, la capacidad de envío se sitúa en un contenedor mensual, cifra que se prevé aumente progresivamente conforme las plantaciones maduren.
"En la finca se cultivan dos variedades principales, el coco tradicional, utilizado en la industria alimentaria, cosmética o para la extracción de aceite, y la palma enana brasileña, destinada principalmente a la producción de agua de coco. Este último producto despierta especial interés en el mercado europeo, en particular en países como Reino Unido, Polonia y España, donde existe una demanda estable tanto para consumo directo como para su uso en productos derivados", comentan.
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"La comercialización se realiza en cajas de 10 unidades o en mallas, dependiendo del tipo de presentación y las especificaciones del cliente. Además del mercado en fresco, el coco tiene aplicaciones en sectores como la elaboración de postres o alimentos de origen vegetal", mencionan.
Un aspecto distintivo del proyecto es su componente agroturístico, que permite a visitantes y profesionales del sector conocer el proceso productivo directamente en el lugar de origen. "La finca cuenta con senderos, zonas recreativas, parcelas con más de 30 variedades de frutales y espacios destinados a actividades formativas, lo que facilita el intercambio de conocimientos y experiencias vinculadas al sector agrícola", señalan.
© Río Piedra Farm
El manejo agronómico se basa en prácticas respetuosas con el medio ambiente, como el uso de abonos orgánicos y controladores biológicos, evitando productos con alta carga toxicológica. "Parte del terreno se destina además a la conservación de la biodiversidad, con áreas reservadas para la alimentación de aves silvestres. Este enfoque busca integrar la producción agrícola con principios de economía circular y conservación ecológica", indican.
El compromiso ambiental es otro pilar importante. "Aunque aún no contamos con certificación orgánica, las prácticas agrícolas incluyen el uso de controladores biológicos y abonos orgánicos, evitando productos con carga toxicológica. Además, algunas zonas se destinan exclusivamente a la alimentación de aves, fomentando la biodiversidad y creando un ecosistema integrado. Este enfoque responde a un modelo de economía circular en el que la conservación y la producción agrícola se desarrollan en equilibrio", concluyen.
Para más información:
Stefanny Ortiz
Río Piedra Farm
Panamá
Tel.: +507 6892 6527
[email protected]
www.riopiedrafarm.com
