Después de cinco años de trabajo y varios meses de trámites, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia anunció la apertura oficial del mercado chino para las exportaciones de banano y limón Tahití.
El acuerdo representa una oportunidad estratégica de diversificación para el sector agrícola colombiano, que busca reducir su dependencia de los mercados de Estados Unidos y Europa en un contexto global de creciente volatilidad comercial.
No obstante, el ingreso al gigante asiático plantea desafíos significativos. Entre los principales se encuentran las largas distancias y tiempos de transporte, que exigen mantener la calidad de los productos frescos a lo largo de una cadena logística extensa. Además, la infraestructura portuaria y las rutas de carga aún requieren mejoras para garantizar una refrigeración adecuada, un manejo ágil y costes competitivos.
A ello se suman los ajustes normativos, sanitarios y de certificación necesarios para cumplir con las exigencias del mercado chino, lo que eleva los costes y el riesgo para los exportadores.
Pese a los retos, el nuevo canal comercial abre una puerta estratégica para los productos agrícolas colombianos con alto potencial de demanda internacional. Para aprovechar plenamente esta oportunidad, será fundamental reforzar la infraestructura logística, optimizar los procesos de exportación y apoyar a los productores en su adaptación a los estándares del mercado asiático.
En definitiva, Colombia ya tiene vía libre para que sus bananos y limones Tahití lleguen a China, pero el éxito en este nuevo destino dependerá de su capacidad para superar los obstáculos logísticos y técnicos que aún limitan su competitividad.
Fuente: diariodelsur.com.co