Good Move, el nuevo programa con una duración de tres años cofinanciado por la Unión Europea, se ha presentado esta semana. Su objetivo es poner en movimiento a los jóvenes europeos de entre 18 y 34 años, "tanto en lo que se refiere a su alimentación, animándoles a comer más fruta y verdura, como en su estilo de vida, motivándoles para que sean más activos a diario y menos sedentarios". Los jóvenes adultos de hoy no comen suficientes frutas y hortalizas "por falta de tiempo, ganas o ideas, y son cada vez más sedentarios".
La campaña está dirigida por Aprifel (la agencia francesa de investigación e información sobre frutas y hortalizas) en Francia, Fruit Union (la asociación polaca de distribuidores de frutas y hortalizas) en Polonia y Ailimpo (la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo) en España.
La nueva campaña para fomentar el consumo de frutas y hortalizas y la actividad física entre los jóvenes de 18 a 34 años se dio a conocer en una mesa redonda celebrada en París, a la que asistieron varios profesionales de la salud y el deporte: Mathieu Jouys, nutricionista y dietista de la Federación Francesa de Atletismo; Sandrine Monnery-Patris, investigadora del Centre des Sciences du Goût et de l'Alimentation (INRAE); David Thivel, profesor de la Universidad de Clermont-Auvergne.
¿Por qué dirigirse a los jóvenes?
"El consumo de frutas y hortalizas disminuye con la llegada de las nuevas generaciones", afirma Christel Teyssèdre, presidenta de Aprifel. Los jóvenes de 25/35 años consumen hoy tres veces menos verduras y la mitad de fruta que sus mayores. Y esta tendencia irá en aumento en los próximos años. Por lo tanto, es urgente actuar" (el 34,4% de la población europea no come frutas y hortalizas todos los días, y 4 de cada 5 jóvenes dicen estar motivados para hacer deporte, pero les resulta difícil pasar a la acción). El problema del descenso del consumo no se limita a Francia, ya que también se observa en España y Polonia, como confirma Paulina Kopeć, secretaria general de Fruit Union (Polonia).
"Combinar placer, ocio y bienestar"
Según Christel Teyssèdre, la "mejor forma de conseguir que los jóvenes quieran volver a comer frutas y hortalizas y realizar una actividad física es combinar placer, ocio y bienestar".
Como explica Mathieu Jouys, dietista y nutricionista de la Federación Francesa de Atletismo, "hay que maximizar los beneficios de moverse bien mediante una buena alimentación, porque una cosa no puede existir sin la otra". ¿Cómo? "Utilizando los códigos de esta generación y adaptándose a sus estilos de vida actuales", porque el programa Good Move pretende dar prioridad a la enseñanza frente a las obligaciones, por lo que se basa en "el eje motivacional y está anclado en la teoría de los pequeños pasos: cada paso es importante y no debe ser difícil de dar". Se trata del modelo transteórico del cambio de Prochaska y Di Clemente (1982), diseñado para apoyar el cambio de comportamiento en diferentes etapas. Sandrine Monnery-Patris, investigadora del Centre des Sciences du Goût et de l'Alimentation del INRAE, explica: "Lo que comemos se basa en un mecanismo de aprendizaje: es la reiteración. Hacen falta entre 8 y 10 exposiciones en el momento de la diversificación para que un alimento rechazado se aprecie por parte del niño; lo que se vuelve familiar se vuelve apreciado".
Los objetivos de Good Move: investigación y educación mediante el aprendizaje en línea y seminarios web; encuentro con jóvenes adultos en la vida real en acontecimientos deportivos, y puesta en marcha de activaciones digitales y sociales para llegar a los jóvenes de 18-34 años.
Para más información:
https://good-move.eu/fr/good-move-in-france/