"Se ha descubierto que un compuesto llamado floricina, que contienen de forma natural las manzanas, reduce el riesgo de padecer diabetes", afirma Andrew Dare, uno de los científicos de la empresa.
Aunque consumir manzanas ayuda, estas solamente contienen cantidades pequeñas de floricina, por lo que los investigadores esperan poder multiplicar esa cantidad por diez.
El investigador Richard Espley explica también que este beneficioso compuesto se encuentra sobre todo en la piel de la manzana, y que están intentando desarrollar una variedad que lo tenga en la pulpa, ya que las frutas se suelen pelar.
"Casi todo está en la piel", comenta. "Si podemos hacer que esté en toda la manzana, o la pera, o la fruta que sea, podríamos mejorarla mucho. Naturalmente, el sabor de la fruta también será importante, ya que, de lo contrario, nadie querrá comerla por muchos beneficios que tenga", concluye Espley.