"Todas las personas con las que hablé en Fruit Logistica se mostraron sorprendidas por el cambio total de la situación y ahora todo el mundo tiene que adaptar su estrategia en consecuencia. La incertidumbre se ha apoderado de todo. Por ejemplo, la buena tasa de cambio del dólar conlleva que importar de Sudamérica se haya encarecido bastante, por lo que es más difícil obtener rentabilidad. En estos momentos, la producción de bananas es cara. Tres cuartas partes de este producto se importan bajo contrato con distribuidores y cadenas de supermercado. El volumen restante se vende a precios más elevados".
"Nosotros somos una empresa pequeña, movemos entre cinco y quince camiones semanales, pero la idea es no perder dinero y proteger siempre nuestros márgenes. Trabajamos, tal vez, con diez contratos del centenar semanal. En ocasiones, trabajamos con clientes grandes; en otras, con otros más pequeños, o con recién llegados, por eso tenemos que ir a las ferias de Berlín y Madrid todos los años. Para mí, son como las semifinales del fútbol. Es importante reunirte con tus contactos, poner cara a los nombres".
ABCD L’Exotique
"Llevo en el negocio de las bananas veinte años ya, y trabajo en la empresa familiar ABCD L’Exotique desde 2006. Vendemos bananas en toda Europa, sobre todo verdes. Sin embargo, también operamos en el negocio del plátano macho, del que recibimos unos dos o tres camiones semanales, todos de Colombia. También recibimos muchas hortalizas de raíz y exóticas", continúa Besnard-Schwerdlin. "Compramos bananas a varios importadores de Europa, en lugar de directamente a los productores. Cada día, me pongo en contacto con diez proveedores distintos y ellos me dicen lo que tienen disponible para el mercado al contado a diario. Por ello, podemos suministrar cualquier origen o marca, en función de lo que busquen los clientes".
Retos
"El año pasado fue un muy mal año, no hubo suficiente consumo. Se dieron varias causas, pero el motivo principal fue la situación política en Europa. Cuando los consumidores no confían en la política general, dejan de consumir, y el primer tipo de alimento al que renuncian es la fruta. Somos el primer sector afectado por la baja confianza en general", asegura Besnard-Schwerdlin. "También hemos tenido mucha competencia de los productos de temporada. La producción en Europa fue muy elevada en 2016; de pronto, volvimos a tener bananas en septiembre y octubre por las altas temperaturas. Por desgracia, nadie quería consumir bananas, todo el mundo quería sandías y uvas".