Muchos comerciantes nacionales de frutas y hortalizas vienen a comprar sus productos.
El padre de Mark Mizzi fundó Mafimex hace 50 años para vender productos agrícolas frescos de Malta, ya que siempre creyó que eran tan buenos como los de cualquier otro país, y soñaba con exportarlos. Todas las mañanas hacía una lista de productos para que su socio los comprara, aunque no disponía de mucho espacio para almacenarlos en su pequeña tienda, delante de la cual descargaban los camiones. A partir de ahí, la empresa creció hasta convertirse en un mayorista que abastecía a diario a diversos mercados de la zona. "La entrada de Malta en la Unión Europea fue un punto de inflexión para nosotros", relata Mizzi. Formar parte de la UE conllevó formar parte del mercado libre. "Nuestra oferta no era suficiente para el mercado local, así que comenzamos a importar a Malta una gran variedad de productos; no solo un tipo de manzana, sino muchas variedades distintas".
Mark Mizzi, en el centro de la fotografía.
Oferta local
Entre el 15 y el 20% de la oferta de la empresa se compone de productos locales. "Somos responsables de preocuparnos por el bienestar de todos y cada uno de nuestros clientes, porque formamos parte de una cadena. La producción local depende de las condiciones meteorológicas y, dado que este año estamos teniendo una temporada relativamente estable, esperamos una buena producción de frutas". El aumento del turismo también exige más frutas y hortalizas frescas, por lo que Mafimex importa un 38% de sus productos de Italia; un 26%, de Países Bajos y un 15%, de España. "España es un mercado relativamente nuevo, que se nos abrió hace apenas tres años". Asimismo, la empresa también importa un 18% de sus productos de países extracomunitarios, como Israel, Egipto, Sudáfrica y Sudamérica. "Desde hace algunos años, también importamos y distribuimos kiwis Zespri de Nueva Zelanda. Otras marcas con las que trabajamos son Val Venosta, Exsa, Mona Lisa y Bouquet".
Frutas y hortalizas importadas de toda Europa y el norte de África.
"Una de nuestras principales desventajas es que Malta sea una isla pequeña, lo que implica que los costes y la logística son factores muy influyentes en nuestras decisiones, y tenemos que tener en cuenta todos los costes adicionales a la hora de comprar", comenta Mizzi.
Centro de maduración
La empresa posee su propio centro de maduración de bananas en la primera planta y sus propias cámaras frigoríficas en el sótano para no tener que refrigerar los productos desde los 40 °C que hay en verano. La primera planta del edificio también cuenta con un departamento en el que se preparan los pedidos para el sector de la restauración.
Estas cámaras frigoríficas están bajo tierra para enfriar de una manera sostenible.
Todos los productos importados se reúnen en el puerto de Génova, en Italia, desde donde se envían a Malta. "Importamos unos 13 o 14 camiones semanales. Recibimos bananas directamente de Colombia y Costa Rica, y solo trabajamos con camiones con Europa porque son más rápidos que el transporte de contenedores por mar, lo que es crucial dado que trabajamos con productos perecederos", afirma Mizzi. "El año pasado, creamos nuestra propia red de tráileres para garantizar la fiabilidad que nuestros clientes esperan de nosotros y mantener los precios bajos sin perder eficiencia".
Peras argentinas. La producción maltesa de peras es insuficiente para satisfacer la demanda.
Patatas
Mafimex también exporta patatas a Europa. "Solo exportamos patatas Alpha a Países Bajos, y este año enviamos el primer cargamento el 29 de abril. Trabajamos con muchos agricultores de avanzada edad, que no están dispuestos a cambiar de variedad porque saben que reciben buenos precios por las Alpha. La temporada dura unas seis semanas y este año tenemos menos volumen que el año pasado, aunque será una buena cosecha", asegura.
Coliflores procedentes de Bretaña. Mafimex reúne todos los productos en Génova y los importa a Malta desde allí.
Nichos de mercado
En Malta hay 40.000 domicilios vacíos durante la mitad del año. "Estas casas se construyen para los turistas, así que gran parte del tiempo están vacías, pero la construcción sigue siendo prácticamente la única opción de inversión de los malteses. Nuestro mercado no es muy variado, tenemos una bolsa de valores limitada y las empresas son pequeñas", explica Mizzi. "Actualmente, el turismo está mucho más repartido durante todo el año, mientras que antes había más picos y periodos en calma. Gozo, la isla que está más al norte, también es un buen mercado, y muchos malteses viajan allí en invierno, lo que genera turismo".
La cámara de maduración también está bajo tierra.
"Siempre buscamos nuevos artículos, como, por ejemplo, los productos ecológicos, para tratar de estar preparados para el futuro. También importamos frutos secos y deshidratados, de los que queremos tener una gama más variada. Mientras esté relacionado con nuestro negocio, cualquier cosa nos interesa".
Lidl, la cadena alemana de supermercados, también llegó hace poco a Malta. "Es un supermercado de descuentos, pero, con el paso del tiempo ha comenzado a aumentar sus precios, que ahora son entre un 20 y un 25% más altos que los de Lidl en Italia o Sicilia, así que ya no somos sus proveedores", concluye Mizzi.