Franziska Inderbitzin, de Swiss Farms, dice que, si bien la producción ha sido estable en los últimos meses, la demanda de consumo ha sido lenta.
"Supongo que el mercado ha estado saturado y ha habido poco crecimiento para poder absorber el aumento de la producción en la mayoría de las zonas productoras", dice. "Los beneficios han sido marginales durante un tiempo. Esperamos que el invierno sea fresco y se ralentice la producción en la mayoría de las zonas y así los agricultores aumenten sus ingresos".
La familia de Inderbitzin lleva más de 20 años de exitosa producción de bananas en la zona de Lakeland, al norte de Cairns. Esta empresa cultiva principalmente la variedad Cavendish con la marca Red Valley y Lakeland Plantations, aunque también trabaja con otras marcas, Swiss Farms, Inderbitzin's y Swiss Fresh.
Swiss Farms produce un número similar de cajas todo el año, mientras que las ventas han sido constantes, en especial de la fruta fuera de las especificaciones definidas.
"Las condiciones de cultivo han sido muy buenas gracias a una temporada lluviosa normal", según Inderbitzin. "El reto en la temporada de lluvias es siempre llevar al día las labores manuales de campo para garantizar el mantenimiento de la calidad de la fruta".
Swiss Farms sirve a la mayoría de los mercados de las capitales, con la excepción de Hobart, y apunta a una amplia gama de supermercados y retailers independientes.
Inderbitzin también ha dado un buen recibimiento a las últimas noticias sobre el potencial de exportación de las bananas australianas, pero se mantiene cautelosa sobre la competitividad del sector en comparación con otros países.
La Estrategia de Desarrollo del Mercado de Exportación del Sector de la Banana 2023 identifica algunas oportunidades para productos diferenciados y de nicho, los cuales podrían encontrar un lugar en mercados como Japón, China, Singapur, Nueva Zelanda y Catar. En 2017, Australia solo exportó el 0,04 por ciento de la producción, y añade que se debe principalmente a que los costes, en comparación con otros países, hacen que no sea competitiva.
"Son buenas noticias, exportar bananas puede incrementar la demanda de esta fruta a largo plazo", apunta Inderbitzin. "Pero no estoy segura de que las bananas australianas puedan ser competitivas en los mercados mundiales por el alto coste de la producción. La mano de obra en Australia es de las más caras del mundo y Australia competiría con países que, tradicionalmente, tienen una mano de obra muy barata".
No obstante, ha mostrado su apoyo al fortalecimiento de la bioseguridad en todo el sector. "A la larga, esperamos tener un estándar australiano para el sector de la banana, en especial en cuanto a bioseguridad, pues hemos tenido un brote del temido mal de Panamá en Queensland Septentrional", comenta. "En mi opinión, sería importante que todos los agricultores se adhirieran a un estricto protocolo de bioseguridad para garantizar el futuro del sector de la banana en Australia".
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