Las heladas de finales de primavera son el principal foco de atención de los productores argentinos; sin embargo, nadie esperaba un comienzo tan débil de la temporada 2015. Además, El Niño sigue latente, ya que el pronóstico meteorológico prevé una temporada lluviosa.
En consecuencia, el Argentine Blueberries Committee (ABC) duda de que las prometedoras previsiones de la semana 37 se cumplan. De hecho, todo apunta a un descenso del 12% en el volumen de fruta en comparación con la temporada 2014, lo que significaría un total de en torno a 14.500 toneladas en Argentina.
En cuanto a los precios, los importadores tendrán que resignarse a seguir pagando altos precios por la fruta argentina, pese a que esto no compensa a los productores, quienes sufren esta circunstancia y las pérdidas provocadas por los pedriscos y las heladas.
Está previsto que la producción vuelva a la normalidad a partir de la semana 43/44, un soplo de aire fresco para los productores y exportadores de arándanos del país.