"Ralf Wisser: "Nunca he querido trabajar en otra cosa"

Como resultado, los mayoristas tienen que tratar con otros clientes. "Vemos que los propietarios de tiendas de comestibles y mercados semanales abandonan porque no encuentran sucesor. Suelen decir: 'Nadie escoge este trabajo de forma voluntaria'. Sin embargo, es un trabajo agradable. A mí siempre me ha gustado", explica el apasionado mayorista. Ralf Wisser lleva en este sector desde su juventud. "Nunca he hecho otra cosa, de niño trabajaba en el mercado mayorista después del colegio. A mis padres no les entusiasmaba, por eso estuve de aprendiz en otra industria, pero después me vi atraído de nuevo por el negocio hortofrutícola". Según Wisser, este negocio es contagioso. "En seguida me contagié y nunca he querido trabajar en otra cosa".

Hoy en día, los clientes de Wisser son tiendas de comestibles, supermercados otros mayoristas y mercados callejeros semanales. "Abastecemos a nuestros clientes regionales con nuestra propia flota de vehículos", indica que experimentado comerciante. "A una pequeña parte de clientes que tenemos más lejos, como mayoristas en Colonia y Hamburgo, les enviamos nuestros productos con un transportista externo".

A Ralf Wisser le encanta el contacto con los clientes. "Este trabajo necesita un toque personal, tenemos muchos clientes leales y con el tiempo llegas a conocerlos muy bien. Ahí está la belleza de este trabajo". Incluso la competencia no es solo la oposición. "El resto de personas en el mercado son colegas competitivos. Todos tenemos nuestro lugar y nuestra función en este ecosistema".

La forma que tienen los clientes de comprar es diferente. "Las cantidades compradas son menores", explica Wisser. "La gente ya no compra veinte cajas de tomates, sino una o dos. Por el contrario, la gama de variedades ha crecido. Ni siquiera los supermercados pueden vender cantidades tan grandes. Esto se debe a que los hogares modernos son más pequeños de lo que eran".

En el futuro, la visibilidad y la disponibilidad en internet desempeñará un papel mayor para los mayoristas, según Wisser. "Para permanecer en el negocio tenemos que mantenernos al día". Sin embargo, según el comerciante, eso no está libre de riesgo. "Muchos comerciantes ya lo han intentado y han fracasado. Solo la presencia en internet no basta, hay que encontrar el equilibrio entre solo ladrillo y cemento y las ventas en internet. Y la confianza en el mercado es de extrema importancia".

Wisser ha dado sus primeros pasos en el mundo de internet. Los clientes pueden encontrar diversos vídeos de productos e información en su página web, así como en su estand. Y el mayorista tiene una página de Facebook. "Las redes sociales son un modo de estar en contacto con nuestros clientes", dice Ralf Wisser. "Los clientes quieren información y recordatorios. Y cuando un cliente piensa: 'Necesito fresas', lo siguiente es: 'Me voy a Wisser'".