Demoledor y clamoroso, a partes iguales, el siguiente vídeo en el que un agricultor valenciano tira al suelo de su finca toneladas de mandarinas mientras cuenta su desacuerdo ante la llegada de productos procedentes de Egipto. "Nos toca hacer un viaje corto que va desde arriba del árbol al suelo, así nadie se aprovecha", asegura.
"Se habla mucho de cuidar el medio ambiente, de respetar al trabajador, pero aquí cuesta dos mil y pico euros mantener a un trabajador y en estos países, desde donde traen las mandarinas más baratas, cobran 150 euros al mes. ¿Cómo se puede competir contra ellos?", se pregunta recordando que quienes ganan mucho dinero son "los operadores e importadores" y que cuando el producto llega a los supermercados "el consumidor no lo compra más barato".
"El desperdicio alimentario de España es este", señala. "Aquí se han tirado al suelo más de cien mil kilos. ¿No hay una ley? Ahí la tenemos la ley", concluye.
Fuente: foodretail.es