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Benoît Maillard-Guillon, de Établissements Meseguer

Mercado pasivo para los cítricos en Francia

Al final del invierno, Benoît Maillard-Guillon, de Établissements Meseguer, hace balance del mercado de mandarinas, naranjas, limones y pomelos.

Mandarinas: producción lineal pero sostenida
La temporada de mandarinas no fue de las mejores para Israel. "Hubo muchos menos envíos que el año pasado debido a la situación geopolítica. El tiempo tampoco fue muy favorable, lo que afectó a la calidad de la mercancía". Sin embargo, los consumidores no sufrieron por esta falta de oferta, que fue compensada con creces por otras variedades, sobre todo las de origen español. "La mandarina Orri está bien representada este año en el mercado francés, junto con la de origen español. La calidad del producto es bastante notable, es robusta y gusta mucho a todo el mundo".

El mercado está bien abastecido, tanto en cantidad como en calidad. Aun así, el comercio es difícil. "En lo que a nosotros respecta, las ventas son bastante fluidas porque tenemos la suerte de distribuir un producto de calidad extra, con la etiqueta Saveur de l'Année. Pero, en general, el mercado está tenso. Los precios se mantienen relativamente altos ante la demanda poco sostenida. Relación de causa y efecto o no, tenemos la impresión de que el consumo ha bajado desde los recientes acontecimientos en el sector agrícola".

Naranjas: un mercado todavía más complicado
Si la situación no es la mejor para las mandarinas, es todavía más complicada para las naranjas. "Al principio de la campaña estimábamos un déficit del 20% en el volumen de producción en España, lo que debería haber provocado precios firmes. Sin embargo, el cierre del canal de Suez causó una gran afluencia de naranjas egipcias, que debían destinarse al mercado asiático. Todos estos volúmenes acabaron en el mercado europeo, frente a un consumo normal, lo que desestabilizó el mercado. Las ventas fueron flojas, lo cual desequilibró todavía más el mercado".

Limón: la calidad se ve afectada
También en el caso de los limones, el mercado podría haber ido mejor si el tiempo hubiera sido más benigno. "Falta de agua e hizo mucho viento en España, que causó daños en los huertos. Por tanto, la calidad se vio afectada, y el producto cambió muy rápidamente. Como resultado, la campaña ha sido bastante mediocre, con muchos huertos en España que ni siquiera se han cosechado por falta de demanda y rentabilidad. Los precios de venta han bajado mucho desde el año pasado, con una disminución de entre un 20 y un 30%. Son muchos los factores responsables de esta caída de precios, entre ellos la fragilidad del producto, unos ritmos de venta muy lentos y unos precios de venta al público persistentemente elevados".

Pomelos: un futuro prometedor
Los pomelos parecen escapar a estas dificultades. "Por el momento, la demanda sigue siendo tímida, con precios bastante elevados. En términos de precios, los niveles son similares a los del año pasado. Pero con la llegada de la primavera, entramos en un período en el que el consumo se intensificará gracias al aumento de los niveles de azúcar y a la mejora de la calidad, pero también a una oferta que tiende a disminuir. Esto coincide también con el inicio de las dietas de adelgazamiento, para las que el pomelo está teniendo buena prensa. Buenos presagios para el pomelo".

Para más información:

Ets Meseguer
Benoît Maillard-Guillon
Tel.: +33 146 864 170
benoit@etsmeseguer.fr
www.etsmeseguer.fr

Fecha de publicación: