Los productores de cítricos de Castellón están enfrentando una competencia creciente por parte de Egipto, que en los primeros dos meses del año ha exportado a Europa 111.557 toneladas de naranjas, marcando un incremento del 56% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta masiva entrada de fruta en mercados clave como Francia, Alemania y Bélgica ha impactado negativamente en la demanda de cítricos españoles, provocando una caída en los precios de campo, especialmente después de haber alcanzado valores altos en la primera parte de la campaña.
El éxito de Egipto en el mercado de la naranja se atribuye a varios factores, como las inversiones gubernamentales que han transformado grandes extensiones de terreno desértico en plantaciones citrícolas, costes de producción significativamente más bajos debido a los bajos salarios en comparación con España y una ubicación geográfica estratégica cerca del canal de Suez. A estas ventajas se suma la devaluación de la libra egipcia, impulsada por políticas de liberalización monetaria exigidas por el Fondo Monetario Internacional, lo que ha hecho que las naranjas egipcias sean aún más competitivas en el mercado europeo.
Los exportadores egipcios han logrado enviar su fruta a la Unión Europea a precios comparables con los del mercado local, en algunos casos sin definir el precio previamente, una práctica poco común en Europa. Esta situación ha permitido que colocar un kilo de naranjas egipcias en supermercados europeos sea más económico que nunca. Sin embargo, la devaluación de la moneda también ha tenido efectos adversos para los productores locales, especialmente en el aumento de los costes de las cajas de empaque, que son importadas.
Para la temporada actual, se espera que Egipto produzca 3,7 millones de toneladas de cítricos, un aumento del 2,7% respecto al año anterior, con exportaciones que alcanzarán los dos millones de toneladas, un 25% más que en la campaña 2022-23. Este incremento en la producción se debe principalmente a condiciones climáticas favorables y a la expansión de las áreas de cultivo citrícola.
Ante esta situación, representantes de Cooperativas Agroalimentarias en España han expresado su preocupación por el impacto de las importaciones masivas de cítricos, particularmente de Egipto y Sudáfrica, en el mercado nacional, lo que ha saturado el mercado y reducido los precios en origen. Esta dinámica pone en riesgo la viabilidad económica de los agricultores españoles, ya afectados por el aumento de los costes de producción y los efectos adversos de la sequía y las altas temperaturas.
Fuente: elperiodicomediterraneo.com