El sector de la pera en España enfrenta un desafío sin precedentes, especialmente con la variedad Conference, que representa el 53% de la producción nacional y es predominante en Cataluña. Desde mediados de marzo hasta principios de abril de 2024, se ha observado una alarmante falta de floración en esta variedad, según el ingeniero agrónomo y especialista en fruticultura Ignasi Iglesias, de Agromillora Group. Este fenómeno no afecta de manera uniforme a todas las regiones, pero sí es particularmente notable en zonas clave como Lleida y el Bajo Ebro hasta Navarra, con excepciones en la Rioja Alta y el Bierzo (León).
Iglesias advierte de que, a pesar del cuajado que pueda ocurrir más adelante, la escasez de floración podría traducirse en una reducción de más del 50% en la producción respecto a un año medio, una situación que se confirmará a finales de junio de 2024. Mientras que otras variedades de pera como Blanquilla o Ercolini han mostrado una floración normal, y Williams y Limonera han presentado parcelas con menor producción, la situación de la Conference es particularmente grave.
El problema parece originarse de un desorden fisiológico que impide la transformación de los botones florales en flores, afectando a plantaciones de todas las edades y sobre diferentes patrones de cultivo. Este fenómeno se ha observado tanto en plantaciones con riego normal como en aquellas con riego reducido durante 2023.
Las condiciones meteorológicas extremas durante el verano de 2023 y enero de 2024, incluyendo temperaturas superiores a los 40 grados durante una semana en agosto y temperaturas anómalas de 28nºC a finales de enero en Lleida, se consideran factores clave detrás de este estrés que ha afectado negativamente la floración. Además, se ha notado una acumulación de horas frío más corta e irregular en los últimos años, lo que podría haber contribuido al problema.
Montse Baró, presidenta de la Associació Empresarial de Fruita de Catalunya (Afrucat), también ha reconocido la debilidad en la floración de la pera Conference y señala el clima extremo como una causa probable, destacando el estrés por calor durante el verano y un otoño inusualmente largo. Los técnicos continúan investigando las causas específicas de este fenómeno preocupante.
Fuente: lavanguardia.com