La Región de Murcia inicia su campaña de fruta de hueso, marcada por la influencia climática en la floración y maduración de los cultivos. Pascual Hortelano, de la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (FECOAM), señala la variabilidad anual en la fruticultura, especialmente en aspectos climatológicos que afectan las cosechas.
Hortelano indica que, hasta la fecha, no existe daño en el aforo temprano, por lo que se mantiene la cosecha completa. La rentabilidad económica dependerá del comportamiento de los mercados. Este año, la cosecha presenta un adelanto de aproximadamente una semana respecto al año anterior, por lo que ya habría fruta en la Vega Alta a finales de abril.
Este adelanto evita el solape de zonas productivas y permite una transición ordenada desde la costa hacia la Vega Media y luego a la Vega Alta, principal zona de producción de fruta de hueso en Murcia. La mano de obra empleada ha aumentado entre un 15 y 20 por ciento respecto al año pasado, lo cual constituye un impacto positivo en la economía local.
La preocupación actual se centra en las lluvias, puesto que las de Semana Santa "no han supuesto ninguna solución al sector" y se teme que, como en 2023, caigan más adelante, cuando se esté recolectando. Sin embargo, hasta ahora, la merma de cosecha es mínima a nivel nacional. "Si no es así, estaremos hablando de aforos completos", afirma Hortelano.
En cuanto a los mercados, aún no hay una manifestación clara, estando a la expectativa de momento. "En esta fecha nos encontramos con la incertidumbre de qué va a pasar", continúa, pero la perspectiva se mantiene positiva gracias a que las cosechas están completas y sin daños climatológicos hasta el momento. Hortelano concluye destacando el optimismo inherente al agricultor ante el desarrollo de la campaña.
Fuente: laopiniondemurcia.es