A principios de mayo, Daniel Seyvet ya ha avanzado en la temporada del espárrago. "Empezamos pronto y ya se ha completado el 70% de la temporada. Hemos tenido volúmenes bastante escasos porque el tiempo ha sido bastante frío y húmedo, lo que no favorece el crecimiento del espárrago. Por tanto, nos quedaremos por debajo de nuestras previsiones en un 20% de los volúmenes aproximadamente. En cambio, el tiempo fresco de la primavera habrá favorecido la buena calidad de los espárragos. Porque cuando las temperaturas son demasiado altas, tendemos a tener más categoría II".
Fuerte competencia de las importaciones
Daniel Seyvet vende sus productos exclusivamente en el mercado al aire libre. En cuanto a los precios, son ligeramente mejores que en la segunda quincena de abril, debido a la gran cantidad de mercancía que hay en el mercado. Los espárragos de Grecia, España, los Países Bajos y, más recientemente, Egipto, se han sumado a la competencia de los espárragos de Francia. "Algunos mayoristas afirman que hay menos entusiasmo por el espárrago, culpa de un contexto inflacionista que frena a los franceses a la hora de comprar productos de primera calidad. Pero lo que veo a mi nivel es que los minoristas no se la juegan y se llevan márgenes enormes. Algunos ponen un precio por 100 g para no asustar a la gente. He visto espárragos a 2,9 euros/100 g, es decir, 29 euros el kilo, lo que roza lo indecente. Representa la temporada, con minoristas que prefieren vender muy poco a un precio muy alto, lo que no anima a la gente a comprar".
Fotografía de © Dreamstime
Además de los márgenes abusivos que practicarían algunos minoristas, Daniel también quiere denunciar el creciente número de casos de fraude de origen: "Cada año hay más casos. Se engaña descaradamente a los consumidores, y no existen controles para luchar contra este fraude. Llevo años vendiendo en el mercado y nunca me han inspeccionado. Por lo que a mí respecta, nunca me presento con una caja que no esté claramente etiquetada y sea rastreable. Pero cuando observo el mercado, veo muy pocas etiquetas, lo que no es normal. Hay muchas trampas que perjudican no solo al consumidor, sino también a los productores. Y como de costumbre, son los dos eslabones extremos de la cadena los perjudicados por este escandaloso afrancesamiento. Los productores pedimos controles para poner orden en esta anarquía total, que pone en peligro nuestra actividad y debilita a todo el sector. Porque aunque muchos espárragos acaben en la gran distribución, gran parte de la producción se vende en los mercados".
Espacio para "buenos productos y gente que quiera trabajar bien"
Un sentimiento de impotencia e injusticia ante las trampas que le superan: "Cuando quieres denunciar estos fraudes, te miran mal, intentas ser políticamente correcto. Pero hay que actuar y luchar para acabar con estas trampas vergonzosas. Pero si actuamos solos, todo quedará en nada. Los productores tenemos que unirnos para ser más fuertes. Sobre todo porque los consumidores están deseosos de comprar productos de buena calidad, incluso en la actual crisis económica. En la venta directa, podemos salir adelante incluso en este contexto inflacionista. Los buenos productos escasean, y a menudo me quedo sin nada que vender hacia las 10:30-11:00. Prueba de que hay sitio para los buenos productos y la gente que quiere hacer un buen trabajo. Pero intentar vivir de la producción de espárragos franceses junto a espárragos afrancesados a precios desorbitados es totalmente incoherente. Debemos hacer algo para impedirlo".
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Daniel Seyvet
EARL du Grand Verger
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