Surge la tensión entre Filipinas y China. En mayo, se destruyó un lote de bananas importadas de Filipinas al llegar a China, debido a la presunta presencia de residuos. Más recientemente, un tribunal internacional ha emitido una sentencia con respecto a una disputa territorial en el mar de la China Meridional entre ambos países, que ha terminado a favor de Filipinas, lo que no ha gustado demasiado a China.
"Todavía es demasiado pronto para predecir cuál será el resultado de esta sentencia para nuestras exportaciones a China", explica Stephen Antig, de la Asociación Filipina de Productores y Exportadores de Bananas (PBGEA). "En el peor caso, acabaríamos con exceso de oferta de bananas. Sin embargo, China sigue comprando nuestros productos. Hasta ahora, no ha cambiado nada".
Antes, la industria bananera filipina no recibía apoyo del Gobierno, pero esa situación podría cambiar con la administración actual. El secretario de Agricultura actual es Emmanuel Piñol, que es productor de bananas, de modo que hay esperanzas de que la industria bananera reciba, a partir de ahora, la atención y el apoyo que necesita, algo que también podría extenderse a otros sectores frutícolas. La nueva administración ha convertido el desarrollo agrícola en una prioridad en su programa.
La principal región de cultivo de bananas se encuentra en la isla de Mindanao. Actualmente, no se permite ampliar la superficie, pero Stephen Antig cree que debería ampliarse en otras partes de Filipinas.
Actualmente, el mercado chino de las bananas está recibiendo grandes volúmenes de Ecuador, mientras que los volúmenes de Filipinas se han visto asediados por las condiciones meteorológicas adversas y las enfermedades. "Sin embargo, creo que la industria bananera de Filipinas puede recuperar su cuota de mercado. Nuestra calidad sigue siendo la mejor y Ecuador posee grandes desventajas con respecto a la logística, lo que encarece bastante las bananas de Ecuador", explica Antig.
Si PBGEA elaborara una lista de peticiones para presentársela a la administración actual, una de las más importantes sería la apertura de un instituto de investigación de las bananas apoyado por el Gobierno, como el que hay en Sudáfrica. "Si queremos mantener nuestro nivel de calidad, necesitamos investigar más para mantenernos en la cima. La mayoría de importadores de bananas da prioridad a la calidad sobre el volumen o el precio".
Otra petición sería la concesión de suvenciones para hacer a las bananas filipinas más competitivas en el mercado global. Los costes de producción de las bananas aumentan cada año. Algunos productores están planteándose establecerse en otros países productores como Indonesia, Sri Lanka o incluso Ecuador.
"Tampoco me puedo imaginar a Filipinas importando bananas baratas y vendiéndolas a países como Japón o China, teniendo en cuenta que tenemos condiciones de cultivo excelentes. Aun así, podríamos usar nuestra experiencia para iniciar plantaciones en otros países y utilizar esas bananas para exportar más barato", concluye Antig.
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