Debido a las condiciones meteorológicas cálidas que hubo en Países Bajos, la temporada española de hortalizas de invernadero comenzó con dificultades. Ahora que las temperaturas se han reducido, la temporada holandesa ya ha terminado, por lo que las hortalizas españolas están cobrando fuerza en el mercado. Stephane Rion y Gert-Jan Slobbe, de Fortuna Frutos, hablan sobre los avances en las hortalizas de invernadero españolas.
"Tuvimos un inicio difícil, ya que la oferta de productos holandeses fue estable hasta noviembre", afirma Rion, que aclara que los supermercados holandeses prefieren las hortalizas de invernadero de su propio país. "Por ejemplo, siguieron comprándose pepinos holandeses porque tuvieron buena calidad durante bastante tiempo". Sin embargo, al cabo de un tiempo, los supermercados deciden cuándo es el momento de cambiar, según la cantidad de productos, y es entonces cuando comienza la temporada española.
Las hortalizas españolas que importa esta empresa de Barendrecht (Países Bajos) se destinan sobre todo a las cadenas de supermercados holandesas, pero la empresa también exporta algunos volúmenes a Escandinavia, Europa del Este y Europa Central. El 80% de sus productos se destina a los supermercados europeos, y las primeras hortalizas de la península Ibérica están disponibles a finales de septiembre, seguidas por las de las islas Canarias a mediados de octubre.
Stephane Rion y Gert-Jan Slobbe.
Hortalizas de pisto
"Para un productor de invernadero es difícil cambiar a otro producto", explica Rion. "No pasa muy a menudo y, por lo general, lo hacen quienes necesitan dinero, pero la mayoría de productores no lo hace". Por ejemplo, puede existir la necesidad de cambiar a un producto que se coseche más rápido para recibir antes los pagos.
En un principio, Fortuna Frutos se especializaba en importar tomates de las islas Canarias, pero ha ampliado mucho su surtido en los últimos años. Hoy en día, la oferta de Canarias se compone de tomates redondos, tomates cherry pera y pepinos. "El resto del surtido se importa del Mediterráneo", comenta Rion, que resume su surtido como "hortalizas de pisto".
Condiciones meteorológicas menos caprichosas
El pequeño archipiélago ofrece varias ventajas con respecto a la península. Por ejemplo, las condiciones meteorológicas han sido más estables en los últimos años. "Estructuralmente, las temperaturas son menos caprichosas que en el sur de España", explica Slobbe. "Por eso, las plantas crecen mejor y son de una calidad más estable. Los tomates de la península también son buenos, pero la meteorología puede sufrir variaciones durante la segunda mitad de la temporada".
Gracias a esa estabilidad, los productos canarios se han labrado una reputación entre los consumidores de Fortuna Frutos. Sin embargo, el sector se enfrenta a peligros potenciales, como el aumento de los costes de transporte y de mano de obra, a pesar de que los precios de venta apenas han fluctuado. "En los invernaderos, ahora nos centramos más en producir lo suficiente por metro cuadrado y en las circunstancias óptimas para sobrevivir", asegura Slobbe, "pero algunos productores no están consiguiéndolo".
Obligación moral
Los productores que se han unido a Fortuna Frutos no sufren esa tendencia. "Todavía crecemos, a pesar de la adversidad", continúa Slobbe. "Este año, calculamos que venderemos un millón de cajas más que el año pasado, y tenemos muchas oportunidades para comercializarlas. Queremos aferrarnos a ese crecimiento en el futuro". Su crecimiento se debe a dos tendencias: Por una parte, muchos productores desean comercializar sus productos a través de Fortuna Frutas; por otra, se está invirtiendo en técnicas nuevas. Los que quedan en pie son los productores profesionales de verdad. "Nuestros productores dependen completamente del cultivo; no tienen ningún otro empleo". Uno de ellos vive en un pueblo de 8.000 habitantes y 140 hectáreas. "Ya se imaginan lo importante que es esa empresa para que haya trabajo en el pueblo. Seguir en el negocio casi es una obligación moral".
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