Últimamente, España ha estado sufriendo condiciones meteorológicas extremas. Por ejemplo, en Alicante cayó la primera nevada desde hacía décadas y en Murcia también nevó y hubo heladas nocturnas. Por eso, los precios se han disparado, pero pocos comerciantes pueden aprovecharse de ellos, ya que a todos les está costando cumplir siquiera sus contratos permanentes.
"Durante las primeras dos semanas de enero, hubo una escasez extrema de hortalizas, por la que la demanda se puso por las nubes, aunque esta volvió a disminuir en la tercera y la cuarta semana. Sigue habiendo poca oferta, pero, dado que el mercado demanda menos, la oferta ya no es tan determinante para la situación general", explica un agente de Países Bajos. "No hay margen para negociar. Los productos escasean y se distribuyen según los contratos que tenemos, que suelen firmarse para toda la temporada, por lo que el impacto de la oferta y la demanda en los precios se percibe sobre todo en el mercado libre".
"La lechuga iceberg es la que más daño ha sufrido, debido a que su calidad y su vida útil se deterioran muy rápido, y se ha perdido mucho volumen. Actualmente, muchas compañías están cosechando lechugas pequeñas, de entre 300 y 350 gramos, porque los supermercados quieren el producto inmediatamente, pero, al hacer eso, lo único que hacen es aplazar el problema, y no se resolverá en dos semanas", asegura el agente. Actualmente, las lechugas españolas exportadas rondan los 15-17 euros por caja.
Por otra parte, el precio del brócoli ha vuelto a la normalidad, "lo que es bueno, ya que el mercado no fluye correctamente si hay precios extremos. En cuanto a la coliflor, la semana pasada la demanda se trasladó a Francia, donde las ventas han sido increíblemente bajas. Mientras tanto, las coliflores francesas vuelven a tener precios atractivos y equiparables a los de las españolas".
Las hortalizas de invernadero también escasean. "Los calabacines son una tendencia en todo el mundo, pero puede que se les diera demasiada publicidad. Las berenjenas y los pepinos también se han vuelto muy caros, y los únicos productos que se venden más baratos en Países Bajos son los pimientos, y aún se espera que bajen un poco más de precio. Actualmente, Almería goza de sol y buenas temperaturas de día, pero estas descienden por la noche, lo que retrasa la cosecha, especialmente la de los pepinos. Por lo tanto, todavía podrían encarecerse mucho".