Últimamente, las empresas que procesan hortalizas para la cuarta gama están teniendo problemas para satisfacer la demanda, por culpa del frío y las malas condiciones meteorológicas en el sur de Europa. "La escasez ha sido especialmente grave en el caso de las lechugas, un problema que todavía no se ha resuelto del todo, aunque está mejorando", explica el comprador Coos Hessing, de Hessing Super Fresh. "Al principio, a los clientes les costaba aceptar la situación, pero acabaron mostrándose más comprensivos cuando descubrieron que nadie podía suministrarles las hortalizas".
"Simplemente, ha hecho frío durante demasiados días, y lo más extraño de la situación es que todo el sudeste de Europa se ha visto afectado. No ocurría desde hacía 15 años", continúa el comprador. "Normalmente, recibimos lechugas iceberg que pesan entre 500 y 600 gramos, pero las que se están cosechando ahora pesan 400 gramos, así que hemos tenido un 75-80% del volumen que solemos ofrecer, pero, por suerte, la cifra ha vuelto a aumentar. En las últimas semanas, no he hecho más que buscar hortalizas en España e Italia, y también hemos importado algunas lechugas iceberg de Estados Unidos y Egipto. No siempre resulta fácil comprar más, pero todo es posible si hay bastante dinero".
"Cada día ha sido como un rompecabezas. Nunca había experimentado una situación tan extrema", comenta Jantine Heemskerk, de la empresa de hortalizas de cuarta gama W. Heemskerk, acerca de la escasez. "Por supuesto, nuestra política de compras se basa en reducir riesgos y tenemos varios proveedores de cada producto, pero, si hay problemas en todas partes, no hay gran cosa que se pueda hacer".
"Cada año, tenemos algún producto que es difícil de encontrar, pero este año la situación ha afectado mucho a todos los países del sur de Europa", explica Heemskerk. "Si de verdad no hay productos, tratamos de encontrar otros proveedores fuera de Europa, como en Egipto y Estados Unidos, pero, si no tenemos esa opción, lo único que podemos hacer es reducir la temporada".
Poca oferta
"Hablamos con nuestros proveedores todos los días, pero ellos tampoco pueden hacer nada si la lluvia o la nieve han arrasado sus cosechas. De hecho, últimamente hemos tenido problemas con todos los productos, pero los que más falta nos hacen son los más problemáticos, como las lechugas iceberg, los canónigos, las espinacas, las endibias y las 'baby leaves'. Por suerte, aunque nuestra oferta se ha reducido, no nos ha hecho falta dejar de vender completamente ninguna hortaliza", continúa.
"Lo que más nos dificulta las cosas es que, a veces, vemos en las tiendas lechugas más pequeñas a precios más altos y, en ese caso, recibimos menos beneficios netos, especialmente si hay que tirar la mitad porque no tengan una calidad aceptable. Además, puede que haya un pico de demanda, lo que perjudica a todo el proceso de compra. Por supuesto, algunos de nuestros clientes del sector 'retail' nos hacen preguntas críticas, pero, por lo general, comprenden la situación. Si fuésemos los únicos que no pudieran satisfacer la demanda, sabríamos que sería por no habernos organizado bien, pero ahora mismo todo el mundo tiene el mismo problema".
"Preguntamos por la situación a nuestros proveedores todos los días y remitimos la información a nuestros clientes para que ellos, a su vez, puedan informar a los establecimientos. Poder acceder a la información es importante para planificar bien las cosas, y, por suerte, la situación está mejorando esta semana. La oferta de endibias y espinacas ha mejorado y la de canónigos lo hará hacia el fin de semana, aunque no tenemos garantías y muchos cultivos no soportarían otro golpe, pero las condiciones meteorológicas deberían ser favorables", concluye.