Tom Wollenman, que lleva en la industria citrícola 42 años, siguiendo los pasos de su padre, G.A. Wollenman, continúa cultivando la fruta igual que se hacía hace 83 años cuando LoBue empezó a producir cítricos. Es posible que haya más acceso a la tecnología y a la investigación, pero lo que no ha cambiado es cómo crecen los árboles de un año a otro. Dado que es un cultivo cíclico, que produce más fruta un año y menos el siguiente, es algo con lo que los citricultores tienen que vivir desde el principio.
Las estimaciones de California difieren de las reales
El Departamento de Alimentación y Agricultura de California estima la producción de naranja Valencia en 1,56 millones de cajas. Wollenman dice que no serán tantas, sino un poco menos. "Se estima un cultivo de naranjas Valencia de en torno a 15 millones de cajas de 18,14 kilos, por debajo de los 20 millones de cajas de la temporada pasada". LoBue vende 2 millones de cajas de Navel, 250.000 cajas de naranjas Valencia más 300.000 cajas de otras variedades de cítricos.
Este año, el ciclo es menor que el año pasado. Wollenman dice que las Valencia en California han disminuido en torno a un 30% con respecto al año pasado; las Navel se han reducido en torno a un 10-15%. "Esperamos un movimiento bastante rápido este verano y buenos precios".
La región de producción ha cambiado con el paso de los años
Lindsay, California, es el epicentro de la región citrícola del estado. "Nuestros antepasados reconocieron esta zona del valle como la principal zona productora de cítricos. Tiene mucho que ver con el tipo de suelo que tenemos y con el acceso al riego", señala Wollenman. El paisaje del valle de San Joaquín ha cambiado gracias al desarrollo y al cambio de la naturaleza.
Por lo general, los cítricos son más estables, al contrario de la fruta de hueso (melocotones, ciruelas, nectarinas), que tienen una venta de cosecha muy corta. Las Valencia de LoBue se pueden cosechar en un periodo de 4-5 meses. "Nos afecta menos el tiempo, pero la mano de obra es un problema enorme".
Árboles sanos, no afectados por la lluvia
La lluvia no ha afectado a las Valencia de Wollenman. Las Navel han tenido dificultades, así como algunas de sus otras variedades. El productor explica que les resulta difícil suministrar fruta a todo el país porque cada vez que llueve, dura una semana. La calidad de la fruta resultante dicta su envío al mercado. "Algunos años tenemos una calidad excelente de fruta y piel y podemos ampliar la temporada (de Navel y Valencia)", apunta. Otros años, cuando el tiempo no es tan caluroso y seco como debería, la fruta tiene una vida útil más corta. Sin embargo, Wollenman dice que esto a veces hace que el mercado se inunde de cítricos y que se presionen los precios. El 35% de las Valencia o más se exportan, y el restante se vende en el mercado nacional y en el canadiense.
Wollenman admira los esfuerzos pioneros de su padre, del que aprendió mucho a lo largo de los años. "En un negocio como el citrícola, no se puede aprender todo en uno, dos, tres o cinco años. Yo me fijaba en cómo gestionaba él ciertas situaciones y así extraía metodologías que me ayudan hoy en día".
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Tom Wollenman, gerente general
LoBue Citrus
Tel.: (559) 562-1306