Las nuevas variedades se están desarrollando mediante programas de obtención natural, gracias a la colaboración de la Universidad de Queensland con la empresa de investigación y desarrollo Hort Innovation. El investigador principal, Tim O’Hare, explica que su equipo está centrando en el desarrollo de maíz dulce con niveles altos de fitonutrientes específicos para la salud humana. "El maíz morado no solo resulta divertido, sino que los pigmentos de las variedades que estamos desarrollando son fitonutrientes y tienen niveles de beneficios para la salud diferentes a los que aporta el tradicional maíz amarillo", concreta. "Se ha demostrado que las antocianinas están relacionadas con la salud cardiovascular, en concreto con la reducción de la presión sanguínea o la reducción de la ateroesclerosis, lo cual disminuye las posibilidades de sufrir un ataque cardiaco".
Si bien los investigadores opinan que el sabor del maíz morado es casi idéntico al de las variedades tradicionales, están ahora en proceso de consulta con los expertos. El sabor, el olor y la textura de estas variedades están siendo evaluados por paneles de degustación formados por consumidores y profesionales, quienes ayudarán a los científicos a confirmar que cualquier alteración no dañe ni el sabor ni la calidad de los productos, y a conocer las diferencias entre estas variedades y el maíz dulce tradicional.