El 6 de marzo de 2018, se notificó a la Comisión Europea que Italia aumentaría el contenido de zumo de naranja en los refrescos del 12% al 20%. Esta disposición reemplazará una ley obsoleta de 1961 que establecía que las bebidas a base de cítricos debían contener un porcentaje mínimo de zumo del 12%.
En estos momentos, puesto que la norma establece que las bebidas producidas antes de su entrada en vigor se podrán seguir comercializando hasta fin de existencias, es responsabilidad del consumidor comprobar que el contenido mínimo de zumo es del 20%.
Si bien el cambio tendrá un efecto beneficioso para los consumidores, parece que se verán favorecidos los países exportadores de zumo de naranja en el escenario internacional, como Brasil y España.
FreshPlaza ha hablado con Coldiretti, como representante del sector, para conocer su opinión.
Lorenzo Bazzana es gerente del segmento de producto fresco de Coldiretti. "Creemos en hacer constar el origen del zumo en las etiquetas. Como ocurre con los tomates, la pasta y el arroz, el país de cultivo, procesado y envasado deben estar claramente indicados. Ahora tendremos que esperar a ver lo que pasa con el vacío normativo en trazabilidad y seguridad fitosanitaria de los productos entrantes".
"En estos momentos, otros países del norte de Europa se oponen a inspecciones más estrictas, en especial para las naranjas de Sudáfrica y Sudamérica. Nosotros no estamos a favor de los aranceles, porque apoyamos el libre movimiento de mercancías, pero deben fijarse unos límites para los países que exportan productos que podrían estar contaminados y que no se han sometido a controles, en especial porque su nivel de seguridad alimentaria y de respecto a los derechos de los trabajadores no es igual que el nuestro".
Sin embargo, según el director de Orogel, Salvatore Imbesi, la nueva norma podría penalizar a un sector que ya está sufriendo. La empresa siciliana es líder en producción de zumo.
"Coldiretti se regocija de elevar el contenido mínimo de zumo al 20%, pensando que beneficiará tanto a los consumidores como a los productores. Pero no es cierto, tan solo beneficiará a quienes importan zumo de otros países".
Según el empresario, se debe a varias razones: "En primer lugar, Italia no produce la cantidad de zumo de naranja necesario para satisfacer la demanda. En segundo lugar, Italia vende a un precio que no cubre los costes de producción, ya que el precio se fija en función de las cotizaciones internacionales".
"Como consecuencia, se importará más zumo y las bebidas que contienen zumo de naranja se envasarán en el extranjero. Deberíamos obligar a los productores a informar de la cantidad y la variedad de los cítricos producidos, comercializados y procesados, y a la industria transformadora a informar de la cantidad de cítricos nacionales procesados".
"Es más, se debería obligar a los envasadores a empezar a usar palabras como 'cítricos italianos' en los productos que solo contengan zumo de naranjas nacionales. También hace falta una ley que obligue a los países comunitarios, en el caso de que usen, por ejemplo, la imagen de una naranja sanguina, que garanticen un contenido mínimo de zumo de naranja sanguina de un 50%, porque, de lo contrario, sería publicidad engañosa. Esto conseguiría que los consumidores tomaran conciencia de lo que están bebiendo y se garantizaran las mismas normas para todos".