El suministro de este año procedente de Baja California es bueno, según Widerburg. En los últimos cinco o seis años, la industria ha experimentado un aumento del consumo. Para satisfacer la demanda, Boskovich Farms ha aumentado su superficie cada año durante los últimos cinco años, con un aumento anual estimado de entre el 15 y el 20 por ciento.
La coles de Bruselas solían venderse a granel, pero la seguridad alimentaria ha conducido a la venta de estos productos preenvasados. Gracias a los innovadores envases se ha mejorado significativamente la atracción visual y, por consiguiente, los consumidores incluyen cada vez más las coles de Bruselas en sus platos. Como resultado de la alta demanda, los precios son buenos. Por una unidad de 25 libras (11,33 kilos), los precios rondaban los 35 dólares el mes pasado, y ahora se acercan más a los 30 dólares. La industria todavía está notando las consecuencias de las bajas temperaturas sufridas en la costa este. Esto ha provocado una demanda más baja de lo normal. Sin embargo, en cuanto el tiempo mejore, la demanda volverá a subir, asegura Widerburg. Además de la distribución en Estados Unidos, Canadá también es destino de las coles de Bruselas en invierno y primavera.
El principal desafío de la industria es cultivar un producto con una calidad alta constante. Las coles de Bruselas atraen a los insectos y es clave mantenerlos alejados del producto. El mildiú es otra de las preocupaciones, ya que provoca manchas. La industria se esfuerza mucho en controlar los insectos y el mildiú para garantizar la calidad del producto.
Boskovich es una explotación familiar que lleva en funcionamiento casi un siglo.