"La clementina Orri sigue siendo rentable, pero menos de lo que podría ser", aclara Ramie Hessel, de Mehadrin. "Hemos tenido algunos problemas meteorológicos, pero también una muy buena cosecha, así que eso ha compensado el mal tiempo". Los daños causados por el granizo se mitigaron mediante mallas protectoras, y aunque hay un mayor porcentaje de fruta de segunda clase este año debido a las tormentas, el tiempo no ha afectado al cultivo de clementinas de este año. Aunque existe competencia de España y Marruecos, Hessel señala que los cítricos de esos países son de una menor calidad que las Orri y que pronto desaparecerán del mercado, de todos modos. Según él, la mayor amenaza a la que hacen frente los productores esta temporada es el tipo de cambio en Europa.
"La situación se ha vuelto casi insostenible para nosotros, y no solo ocurre con las Orri, sino con todos los productos que exportamos a Europa", explica Hessel. "Estamos perdiendo dinero. Por el momento, la Orri funciona bien, aunque no tanto como podría, pero es uno de los productos que mantiene a flote la industria, así que si se ve mucho más afectada por el tipo cambiario, tendremos un problema".
Los envíos de pomelos comenzarán pronto y Hessel ve similitudes entre este producto y la Orri. El pomelo rojo de Israel le saca ventaja al pomelo de la competencia procedente de Europa, y con Florida a pocas semanas de cerrar su temporada de exportación a Europa, la fruta israelí se convertirá en la fruta de mejor calidad del mercado. Sin embargo, la tasa de cambio reducirá los beneficios.
"Turquía saldrá del mercado antes de lo habitual debido a los problemas que han tenido con las heladas, así que se prevé un buen mercado desde mediados de marzo y durante el resto de nuestra temporada del pomelo", continúa Hessel. "Esta temporada será mucho mejor que la del año pasado y, si no fuese por el problema con la divisa, podría haber sido una muy buena temporada".
Las exportaciones de naranjas se han reducido esta temporada, como afirma Hessel, debido a una fuerte demanda interna. Las tormentas han hecho disminuir la calidad de una parte del cultivo y, dado que los transformadores han ofrecido buenos precios en el país, ha llegado poca fruta a Europa.
"Solo tenemos unos pocos programas con supermercados en Europa", dice Hessel. "No estamos insistiendo mucho porque el mercado interno es muy bueno para las naranjas".