“Nunca es un buen momento para una tormenta invernal”, asegura Seth Gottlieb, el vicepresidente sénior de logística de Baldor Specialty Foods, sito en el Bronx, Nueva York. “Sin embargo, el día antes de San Valentín –uno de los días de más trabajo para nuestros clientes de la restauración– definitivamente planteó retos excepcionales”.
Gottlieb se refiere a la tormenta de nieve y a las lluvias del martes en Nueva York, Nueva Jersey y otras partes del noreste de Estados Unidos, que dejaron hasta 38 cm de nieve en algunos lugares, una nevada como la región no había visto en dos años.
Según informan los expedidores de frutas y hortalizas de la región, los envíos no se vieron necesariamente afectados y llegaron a sus destinos. “Tan pronto como se anuncia una tormenta, aplicamos un protocolo de seguimiento de los comunicados estatales sobre cierres de carreteras y pronósticos del tiempo para asegurarnos de poder entregar la mercancía de manera segura”, explica Gottlieb. “Incorporamos nuestro conocimiento de las carreteras y condiciones previas. También nos aseguramos de que nuestra comunicación con los conductores sea constante, lo que nos da la confianza para atender a nuestros clientes durante estas tormentas”.
Por parte de Exp. Group LLC, con sede en North Bergen, Nueva Jersey, Anthony Serafino dice que el martes fue complicado porque ya hacía tiempo que la región no veía tal acumulación de nieve. “Tuvimos que recordarle a nuestro personal que en dos temporadas no nos habíamos enfrentado a aquello porque en Nueva York era la primera gran acumulación de nieve en más de 700 días”, recuerda.
Foto: Ready.gov.
Abastecimiento de los lineales
Eso supuso hacer frente a cierres de carreteras pero también a cierres de puertos, debido a las condiciones de las carreteras, pero también a los vientos. “Los cierres de carreteras pueden retrasar las entregas. Intentamos enviar con antelación y alentamos a nuestra clientela a adelantar un poco los pedidos”, indica. “Los retailers son muy comprensivos, pero para ellos el objetivo más importante es tener los lineales llenos. No hay peor publicidad para un supermercado o retailer que un estante vacío”. También añade que hubo incluso menos margen para el retraso dado el festivo federal del lunes en EE. UU.
Se aprovecharon gran parte de los aprendizajes de la pandemia, cuando la cadena de suministro se encontró con numerosos obstáculos. “La pandemia nos enseñó que la cadena de suministro es muy frágil. También nos enseñó que la preparación es lo más importante en nuestra industria”, asegura, y destaca su equipo de logística y el seguimiento intensivo de la previsión meteorológica para afrontar esos cierres de puertos y carreteras.
Planificar con anticipación también fue la técnica en S. Katzman Produce, también ubicado en el Bronx, Nueva York. “Nos enfrentamos a algunos desafíos en la cadena de suministro con la tormenta, pero planificamos lo mejor que pudimos para asegurarnos de que nuestros clientes no los notaran”, dice Stefanie Katzman, vicepresidenta ejecutiva. “Cargamos producto extra para llegar temprano antes de la tormenta en anticipación de retrasos. Algunos camiones y trenes sufrieron parones, pero, con todo, pudimos atender a nuestros clientes”.
Katzman señala que, en lo que se refiere a las entregas locales, tuvieron suerte, ya que en la ciudad de Nueva York no nevó tanto y no cuajó en las calles. “Para los clientes más al norte y al oeste, nos encontramos con cierres de carreteras y caminos nevados, pero aún pudimos realizar todas nuestras entregas. La limpieza fue rápida y en 24 horas volvimos a la 'normalidad'".
Para más información:
Seth Gottlieb
Baldor Specialty Foods
https://www.baldorfood.com
Anthony Serafino
Exp. Group LLC
www.expgroup.us
Stefanie Katzman
S. Katzman Produce
https://www.katzmanproduce.com/