La exportación española de frutas y hortalizas frescas en 2023 retrocedió un 6% en volumen con relación al año anterior, totalizando 11,3 millones de toneladas y creció el mismo porcentaje en valor, situándose en 16.855 millones de euros, según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, que muestran también un crecimiento de la importación del 7% en volumen y del 19% en valor.
El descenso del volumen exportado ha sido más notable en las frutas, con un 7,7% menos que en 2022, totalizando 6,2 millones de toneladas, mientras que el valor crece un 1%, situándose en 8.972 millones de euros. Tas los cítricos, que registraron descensos del volumen exportado, retrocedieron también los frutos rojos, con una caída del 11% en el caso de la fresa, situándose en 246.308 toneladas; del 15% en el caso del arándano, totalizando 73.508 toneladas, y del 17% la frambuesa, con 55.878 toneladas. La fruta de hueso, por el contrario, mostró un comportamiento positivo, con un crecimiento del 25% el melocotón y la paraguaya, ascendiendo a 327.888 toneladas, y del 8% en el caso de la nectarina. La sandía, con 678.822 toneladas, mantuvo los mismos volúmenes que en 2022.
La exportación de hortalizas bajó un 3% respecto a 2022, situándose en 5,2 millones de toneladas, con retrocesos en las principales hortalizas vendidas al exterior: pimiento, lechuga, pepino, tomate y coles. Las de pimiento se situaron en 710.780 toneladas (-11%), las de lechuga fueron 706.760 toneladas (-1%), las de pepino ascendieron a 667.546 toneladas (-4%); las de tomate 558.514 toneladas (-11%) y las de coles totalizaron 469.804 toneladas (-6%). El valor total de la exportación de hortalizas creció un 11% y subió a 7.883 millones de euros.
En cuanto a los países de destino, la UE-27 representó el 83% del total exportado por España en 2023, totalizando 9,4 millones de toneladas, porcentaje que se eleva al 97% si se considera Europa (incluyendo países como Reino Unido, Suiza o Noruega). Esto muestra, según FEPEX, la poca presencia que tienen las producciones españolas en los mercados extraeuropeos, debido a la dificultad de acceso a mercados no comunitarios, lo que depende, en la mayoría de los casos, de la negociación de protocolos específicos entre el Estado miembro y el país tercero, negociación que se prolonga entre 2 y 5 años. Lo que contrasta, según FEPEX, con la facilidad de acceso de las producciones de terceros países a la UE.
En el caso de España, la importación hortofrutícola en 2023 mantiene su tendencia creciente y aumentó en 2023 respecto a 2022, un 7% en volumen y un 19% en valor, totalizando 4,1 millones de toneladas y 4.473 millones de euros respectivamente. En los últimos 5 años ha crecido un 28% en volumen y un 51% en valor.
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