El plátano de Canarias lleva más de un año sumido en una dinámica de bajos precios cuyo final no se vislumbra con claridad. "La realidad es que hay una sobreproducción de plátano canario y el sector no logra colocarlo en su mercado tradicional, que es el de la península ibérica y Baleares", afirma Amable del Corral, de PALCA. "Pero ¿cómo hemos llegado a esta situación?".
"En Canarias tenemos una ayuda de 141,1 millones de euros del POSEI para una producción de 420.000 toneladas de plátano. Cuando se estableció esa cifra en 2008 nunca habíamos llegado a esa producción, por eso se estableció una cantidad mayor a la cosecha del momento para dejar un margen de crecimiento a la producción platanera. Sin embargo, en los últimos años la estamos rebasando, por eso, a la totalidad de los kilos producidos se les aplica un coeficiente de reducción de la ayuda".
"Desde Asprocan (Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos) han informado que esto se debe al cambio climático, pero nosotros apuntamos a que también es por la incorporación de una serie de productores advenedizos al sector platanero", continúa. "Había empresarios de otras ramas que han visto que la ayuda de momento está garantizada y han invertido en plataneras, principalmente en Tenerife y Gran Canaria".
"Este aumento ha hecho que el año pasado se comercializaran unas 440.000 toneladas, con una pica, es decir, una retirada del mercado, de 27 millones de kilos. Aun así, con esta retirada, el mercado no se ha logrado recuperar; porque como le venimos diciendo a Asprocan, con quien hemos sido muy críticos –pero también realistas–, y a las OPP, la manera que tienen de comercializar no es viable en este momento. Máxime cuando la banana puede entrar en la cantidad de kilos que le apetezca al mercado español".
"No podemos seguir comercializando como cuando nuestro mercado era restringido solo para el plátano canario", remarca Amable. "En aquel momento las empresas exportadoras se hacían la competencia entre ellas, pero ahora han de hacerlo con nuestro competidor natural, la banana, que no se va a ir, y que ya tiene una cuota de mercado de en torno al 50%".
"Por eso, venimos diciendo desde hace muchos años que es necesario cambiar el chip y hacer una comercialización conjunta como sector, con una gran oferta unificada, y que no compitamos entre nosotros quitándonos clientes los unos a los otros. Vemos cómo cada vez hay menos asentadores de plátano en la península, y cómo estos van reduciendo el precio de compra de los plátanos a lo largo del día por la competencia entre los vendedores, mientras llevamos desde diciembre del año pasado hasta ahora mismo tirando plátanos a los vertederos o regalándoselos a los ganaderos –que cada vez son menos–".
"Esto no puede seguir así", señala, "porque las consecuencias las están pagando no las cooperativas o empresas exportadoras, que ellos siempre ganan lo suficiente para pagar sus sueldos, sino los productores pequeños, que ingresan escasamente para mantener sus explotaciones. Y con los precios de diciembre hasta el día de hoy, esos productores sin reserva de capital se van arruinando lentamente y, de no resolverse la situación, habrá una cantidad de pequeños agricultores que se verán obligados a abandonar el cultivo a corto plazo".
"Exigimos que se pongan en práctica las tan necesarias cláusulas espejo"
Cabe recordar que en la isla de La Palma, golpeada por el volcán a finales del 2021, se concentran más de 4.000 de los 6.700 plataneros de todo el archipiélago canario, señala Amable del Corral, con una media de edad elevada, en la que muchas de las fincas están en aparcería –por la edad avanzada de sus propietarios– y corren el riesgo de ser abandonadas por sus aparceros, que no encuentran beneficio en la actividad, amplificando el problema del relevo generacional. "Por eso, porque nuestro sector también está en riesgo, los plataneros canarios estamos participando en las protestas y movilizaciones de los agricultores en España".
No por producirse en una región ultraperiférica o estar sujetos al Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (POSEI), los plátanos dejan de cumplir "a rajatabla" la condicionalidad ni las exigencias impuestas a la agricultura por Europa, prosigue Amable. "Es importante recordarlo: al plátano de Canarias le aplican, como al resto de los productos de la UE, toda la legislación comunitaria. A nosotros producir nos sale mucho más caro que a la banana por los mayores costes sociales y las condiciones de cultivo de la normativa europea, y por tanto, creemos que la banana representa actualmente una competencia desleal. Por ello, como piden todos los agricultores y ganaderos, exigimos que se pongan en práctica las tan necesarias cláusulas espejo".
"Hemos viajado a la manifestación en Madrid con la pancarta: 'El plátano de Canarias, arruinado por sus dirigentes'"
"Desde PALCA hemos viajado a Madrid a la manifestación convocada por Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos con una pancarta muy llamativa: 'El plátano de Canarias, arruinado por sus dirigentes'. En nuestra opinión, Asprocan no está aportando soluciones ni información al sector; de hecho, solo hacen comunicados cuando se ven asfixiados, echándole la culpa de la situación a las vacaciones escolares, traslado de los consumidores a la costa en verano, frutas de temporada, ahora la nueva justificación es el cambio climático; sin abordar el problema desde una perspectiva real".
"Viendo la situación que se estaba presentando y que no mejoraba, el pasado 5 de septiembre en PALCA decidimos reunirnos con el consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, al que presentamos una serie de propuestas que, pensamos, si se pusieran en marcha quizás todos esos kilos de plátanos que van a los vertederos dejarían de ir".
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