"Semanalmente, producimos aquí más ácaros depredadores que estrellas hay en nuestra galaxia". Así se expresaba el miércoles Jan Schoovaerts, director de Desarrollo de Negocio de MIP y Polinización de Biobest, en la inauguración de la nueva planta de producción de ácaros depredadores de Westerlo (Bélgica), a la que asistieron, entre otros, el viceprimer ministro, David Clarinval, y el ministro de Agricultura, Jo Brouns. En esta ocasión, la empresa dio a conocer el nuevo nombre del grupo, BioFirst, y anunció ambiciosos objetivos de crecimiento. Al mismo tiempo, también se llamó la atención sobre los retos a los que se enfrenta el sector agrícola y hortícola europeo.
Inversiones
Desde la cantina de las nuevas instalaciones de ácaros depredadores aún se ven pequeños invernaderos similares a los que había antes en este lugar, pero dentro de la planta de producción se tiene más la sensación de estar en un laboratorio futurista. Excepto el miércoles, porque todo estaba decorado de fiesta para la inauguración de las nuevas instalaciones. Empleados e invitados pudieron ver cómo la nave de 4.000 metros cuadrados se está equipando con materiales reciclados y un diseño elegante para ofrecer un entorno de trabajo limpio, eficiente y agradable a unos 50 empleados. En las cámaras climáticas, alimentadas con energía libre de fósiles, se producirán a partir de ahora ácaros depredadores como Amblyseius swirskii, utilizado en cultivos de todo el mundo como depredador de larvas y huevos de mosca blanca y trips, y uno de los productos clave de Biobest.
La inversión asciende a 12 millones de euros, una enorme suma de dinero, pero no es la única inversión que Biobest ha realizado en los últimos años. La empresa está creciendo hasta alcanzar los 500 millones de facturación, en parte gracias a la adquisición de la empresa brasileña Biotrop. "Nuestra trayectoria se caracteriza por el crecimiento y el crecimiento acelerado. Nunca hemos experimentado un año en el que nuestro volumen de negocio disminuyera", declaró Jean-Marc Vandoorne, el consejero delegado. Y ese crecimiento aún no ha terminado. La empresa se ha fijado un objetivo ambicioso: en diez años, quiere estar entre las diez primeras empresas de protección de cultivos del mundo, una lista dominada actualmente por compañías químicas. Para lograrlo, la empresa ha ajustado su estructura organizativa en consecuencia, y el holding operará ahora bajo el nombre de BioFirst, si bien se mantendrán Biobest, BioTrop, BioWorks y PlantProducts como marcas comerciales.
El CEO Jean-Marc Vandoorne presenta el nuevo nombre del grupo, BioFirst.
Expansión rápida
Biobest, o BioFirst a partir de ahora, tiene una historia relativamente corta pero impresionante. La empresa se fundó en 1987 como productora de abejorros y amplió su gama a lo largo de los años con agentes biológicos de protección de cultivos. Después de ser adquirida por inversores belgas en 2006, creció más todavía después de una ronda de inversión en 2018, con varias adquisiciones y más inversiones que involucraron a actores internacionales como Arugga, Ecoation y las marcas antes mencionadas. El año pasado, se recaudaron otros 98,5 millones de euros en capital de crecimiento.
El hecho de que el crecimiento de Biobest se produzca principalmente fuera de Europa se puede ver en las cifras: hace 10 años, el 80% de la facturación se generaba en Europa, pero ahora es solo el 20%. "Disponemos de soluciones para muchos problemas a los que se enfrentan los agricultores, y ya se están utilizando en muchos países", afirma Jean-Marc, en referencia al rápido crecimiento de la empresa brasileña Biotrop, que se fundó hace tan solo seis años y factura ya 120 millones de euros, en parte gracias al cambio de las leyes brasileñas, tras lo cual "el mercado de la protección biológica de cultivos creció un 40% al año".
En Europa, el crecimiento es mucho más lento, en parte debido a la legislación europea. "En Brasil, un agente de control biológico puede aprobarse en un año, aquí se necesitan al menos diez años", resume Gaetan Wacquez, de Floridienne, el holding y sociedad de inversión del que forma parte BioFirst. "La protección biológica de cultivos forma parte del futuro. Países como Brasil y Estados Unidos han sabido reaccionar. Esperemos que ocurra lo mismo aquí".
David Clarinval.
Aprobación de biopesticidas
El viceprimer ministro, David Clarinval, también reflexionó sobre esta cuestión. "Nuestros agricultores y productores necesitan agentes fitosanitarios eficaces para garantizar un suministro estable de alimentos y mejorar sus ingresos. Los biopesticidas forman parte de esta solución, y empresas innovadoras como Biobest contribuyen a que así sea". Mencionó que actualmente hay más de 150 productos aprobados en Bélgica, mientras que en 2007 eran solo dos. "Para el Gobierno federal, acelerar la aprobación de biopesticidas es una prioridad".
Explicó que no es un proceso rápido porque estos productos se someten también a pruebas exhaustivas. Además, todavía hay escollos a nivel europeo. El año pasado, el Reglamento de Uso Sostenible, cuyo objetivo era reducir a la mitad el uso de fitosanitarios para 2030, fue rechazado en el Parlamento Europeo, tras lo cual se ha retirado por completo este año. "Como resultado, hasta ahora no ha habido avances en la aplicación de la protección biológica de cultivos". No obstante, subrayó que la delegación belga sigue trabajando en ello. "Estoy convencido de que nuestro trabajo sentará las bases para la próxima Comisión". Un primer paso en este sentido se dará la semana que viene, cuando, como presidente del Consejo de Agricultura y Pesca europeo, presente a sus colegas europeos las soluciones de Biobest. "Estoy seguro de que quedarán tan impresionados como yo".
No obstante, es dudoso que el tour sea tan impresionante como el ofrecido el miércoles a los invitados. La visita a Biobest es un acontecimiento único porque la producción de controladores biológicos es un trabajo de precisión y extremadamente aséptico, por lo que las puertas suelen estar cerradas. Solo con motivo de la inauguración se mostraron las cámaras climáticas donde tendrá lugar la producción de ácaros. En los próximos meses, la nave se dotará de más cámaras climáticas todavía, así como de diversos métodos de cría secretos y patentados, entonces se cerrarán las puertas y únicamente los empleados podrán acceder a las instalaciones tras someterse a una desinfección exhaustiva.
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