La crisis del mar Rojo les ha complicado mucho las cosas a los productores y exportadores de aguacate de África oriental, como afirma Olumide Bolumole, director de comunicación de la asociación de exportadores Fluna Africa. "En 2024, los productores y exportadores de aguacate de África oriental se enfrentaron a retos sin precedentes debido a la crisis del mar Rojo, lo que empujó a los exportadores kenianos y tanzanos a recurrir a medidas desesperadas para mantenerse a flote. Estas medidas incluían aventurarse en mercados orientados al presupuesto con condiciones de pago difíciles, tradicionalmente difíciles de absorber para las pymes, y explorar nuevos territorios como India, China y los países del Consejo de Cooperación del Golfo".
Olumide Bolumole, director de comunicación, y Kuorkor Dzani, directora financiera.
Los tiempos de tránsito hacia los destinos turcos y europeos se han duplicado, lo que ha provocado problemas no solo de calidad, sino también de precios, explica Bolumole. "La crisis del mar Rojo ha perturbado gravemente el mercado europeo. El resultado ha sido la escasez de suministros, la subida de los precios y el deterioro de la calidad, ya que los proveedores han intentado prolongar sus temporadas para minimizar las deficiencias de suministro enviando los productos en condiciones no óptimas. Además, las rutas a destinos como los puertos del mar Negro y Turquía se han tornado poco fiables e inestables, y los tiempos de tránsito han aumentado más del doble, pues, en el mejor de los casos, han pasado de 18-20 días a 40-45 días como consecuencia del cambio a la ruta del Cabo. La ruta alternativa del puente terrestre a través de Dammam y Port King Abdulah ha resultado, por desgracia, prohibitivamente cara".
Bolumole afirma que esta situación ha sido especialmente problemática para los pequeños agricultores, que corren el riesgo de perder el negocio debido a una financiación insuficiente. "Se calcula que el 70% de la producción keniana de aguacate procede de pequeños agricultores con menos de dos hectáreas de tierras. Así las cosas, la crisis ha asestado un duro golpe a sus explotaciones. Las repercusiones a corto plazo incluyen la disminución de la demanda y, por tanto, de los ingresos, debido a la pérdida del mercado europeo, que antes representaba el 70% de las exportaciones de fruta de Kenia. De cara al futuro, tememos que la crisis lleve a muchos exportadores con financiación insuficiente a vender a crédito o a precios abiertos a los países del CCG, lo que podría acarrear el fracaso de sus negocios. Esto es especialmente preocupante, ya que los exportadores son el principal canal de demanda para estos agricultores".
Esto no quiere decir que reine el pesimismo. todo haya sido pesimismo. Bolumole subraya que muchos exportadores han experimentado o innovado para que las cosas funcionen. "A pesar de las dificultades actuales, los exportadores de aguacate de África oriental han demostrado resiliencia y capacidad de adaptación, por lo que seguimos siendo optimistas sobre las enseñanzas y el crecimiento que se avecinan. Por ejemplo, algunos exportadores optaron por enviar la fruta con tiempos de tránsito prolongados, de más de 50 días, al principio de la crisis, con unos resultados más que aceptables. Este experimento demostró que, cuando se recolectan en las condiciones adecuadas, reforzando los cuidados poscosecha y utilizando los equipos adecuados, los aguacates tienen potencial para soportar largos tránsitos sin que se vea comprometida la calidad".
Como resultado, el futuro de los productores y exportadores de aguacate de África oriental podría ser más esperanzador, con estrategias y objetivos más novedosos. "Algunas consecuencias de la crisis actual, como la necesidad de diversificarse en nuevos mercados y poner a prueba la resistencia de los aguacates a unos tiempos de tránsito más largos, pueden derivar en enfoques más estratégicos en el futuro. Además, es probable que las nuevas alianzas forjadas durante este tiempo también fortalezcan el sector. A medida que avance la temporada y la demanda europea siga sin ser satisfecha por otros orígenes, es posible que más empresas europeas recurran a los proveedores de África oriental. Las experiencias positivas y el aumento de la demanda podrían animar a otros importadores a explorar alianzas en la región, lo que supondría un resquicio de esperanza en medio de la crisis actual", concluye Bolumole.
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