El sector agrícola valenciano se encuentra más cerca de lograr una histórica reivindicación con la creación del mapa agronómico varietal, una herramienta esencial para combatir la polinización cruzada, conocida como pinyolà, y fomentar la coexistencia armónica entre la producción de cítricos y la apicultura. La Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca ha puesto en marcha este mapa de riesgo de polinización cruzada, que identifica las variedades de cítricos y las ubicaciones óptimas para las colmenas, protegiendo así a las variedades de cítricos más sensibles.
Esta iniciativa busca asegurar que las actividades de citricultores y apicultores puedan desarrollarse sin interferencias mutuas, evitando la polinización cruzada, conocida como polinyà, que deteriora la calidad de los cítricos al inducir la formación de semillas en frutas que normalmente no las tienen. La herramienta agronómica pretende ser un recurso dinámico para la toma de decisiones, marcando zonas donde la colocación de colmenas podría ser perjudicial para los cultivos de cítricos.
La regulación actual, que prohíbe la ubicación de colmenas a menos de 4 kilómetros de los huertos de naranjos durante la floración, ha sido insuficiente para prevenir la polinización cruzada. En respuesta a esta problemática, y tras años de trabajo conjunto entre organizaciones profesionales, la Conselleria adoptó en 2023 una orden que refleja un acuerdo alcanzado en 2022, estableciendo un período transitorio hasta 2026 para su plena implementación. Este mapa representa un primer paso hacia la solución definitiva.
Adicionalmente, se están desarrollando propuestas para la reconversión de plantaciones de cítricos con variedades propensas a la polinización cruzada y de escasa demanda en el mercado. Sin embargo, aún se espera el impulso de ayudas para la sustitución de estas variedades por parte del Consell. También se contempla la extensión de enmallados en plantaciones para combatir la polinización, aunque aún no se han publicado las órdenes necesarias para acceder a las ayudas públicas previstas.
A pesar de los desafíos pendientes y el camino que resta por recorrer hasta 2026, la implementación del mapa agronómico varietal ya constituye un avance significativo en la resolución de la problemática de la pinyolà en Valencia.
Fuente: castellonplaza.com