La mayoría de hortalizas cotizan a la baja en estos momentos, a excepción de la judía, que esta semana ha vuelto a subir de precio en todos sus tipos. Son la sandía y el melón los productos mejor pagados por ser las primeras partidas de la temporada.
Por lo tanto, debido sobretodo al choque con la entrada en producción de los Países Bajos, el tomate rama se paga en subastas entorno a los 0,15 €/kg en origen y el tomate pera alrededor de los 0,28 €/kg. Por otra parte, la berenjena ronda los 0,45 €/kg y el calabacín continúa disminuyendo su precio y ya se encuentra a 0,15 €/kg. El pimiento está por los suelos con alrededor de 0,15 €/kg para el tipo California verde y 0,20 €/kg el pimiento Lamuyo.
La judía ha aumentado de precio en todos sus tipos y variedades, alcanzando la judía verde plana los 1,75 €/kg en subasta. “En estos momentos solo disponemos de producción de judía de calidad en España, ya que Marruecos, siendo actualmente el mayor productor de judía al precio más bajo, termina su ciclo en estas fechas, cuando su calidad empieza a bajar considerablemente y llega a los lineales europeos parcialmente deshidratada”, indica Paco Espejo.
La sandía negra confeccionada se paga entorno a los 0,60 y 0,75 €/kg, y la blanca sin pepitas, amarilla, Crimson, y tipo Fashion rondan los 0,80 céntimos el kilo.
Tradicionalmente, la Unión Europea sigue siendo el principal mercado para los exportadores de hortalizas españoles, aunque en los últimos años está ganando popularidad el mercado Ruso y esta temporada han cobrado auge los Emiratos Árabes Unidos, donde “ofrecen buenos precios y exigen un nivel muy alto de calidad y frescura, lo cual hace impensable el envío por barco”, explica Paco Espejo. Aunque el transporte es el mayor reto, los envíos por avión han resultado ser un éxito pese a que los costes son más elevados. Es un mercado arriesgado, ya hay que hay que saber cuándo enviar la fruta y cuándo dejar de exportarla para que los estándares de calidad sean siempre altos y no provocar rechazos. Se trata de un mercado todavía por explotar”, añade.
Paco Espejo, presidente de Espefrut.
Espefrut nació hace tan solo tres años, cuando varios responsables del área de productos frescos de cadenas de supermercados decidieron unir fuerzas y crear su propia empresa en Almería para dedicarse a la comercialización de productos hortofrutícolas con línea directa entre el agricultor y el distribuidor para reducir costes, ofreciendo servicios innovadores como la compra en subasta con el nombre del cliente y servicios de manipulación y controles de calidad en origen.
Aunque está especializada en las hortalizas tradicionales que se cultivan en Almería (tomates, pepinos, berenjenas, calabacines, judías, pimientos) Espefruit trabaja todo tipo de frutas y hortalizas durante todo el año. “Desde que empezamos ya hemos duplicado nuestro volumen de comercialización y esperamos seguir creciendo durante los próximos años”.
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