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Mercè Rovira, de IRTA:

"A pesar de las dificultades, en España el interés por el sector de las avellanas ha crecido mucho"

"A nivel mundial, según los datos de Faostat de 2022, el país que produce más avellanas es Turquía, con 765.000 toneladas en cáscara en una superficie de 744.047 hectáreas. Le sigue Italia con 98.670 toneladas y 84.430 hectáreas. España ocupa el décimo lugar con 8.040 toneladas y 12.660 hectáreas", detalló Mercè Rovira, del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) de Tarragona, invitada internacional del congreso de Cherasco, Italia.

En cuanto a España, Rovira destacó que la mayoría de las plantaciones están ubicadas en Cataluña, especialmente en las provincias de Tarragona (91%) y Girona (8%), con presencia en el norte del país de avellanos dispersos, es decir, crecidos de forma espontánea o plantados a lo largo de lindes o en las orillas de los arroyos. "Una característica de los avellanedos españoles es que tienen una superficie pequeña: el 35% es inferior a 1 hectárea y el 23% está entre 1 y 2 hectáreas. Solo el 4% supera las 10-20 hectáreas. La superficie media en Cataluña es de 2,9 hectáreas; en el área de Girona es de 7,5 hectáreas".


Mercè Rovira (IRTA).

"En la provincia de Tarragona, el cultivo del avellano se expandió hacia mediados del siglo XIX debido a dos factores: la erradicación de los viñedos tras la crisis de la filoxera y la importancia del municipio de Reus para el comercio de las avellanas españolas", explicó Rovida. "En Tarragona se pueden distinguir dos áreas de cultivo del avellano. Las de las colinas (Priorat-Prades), que presentan pendientes, escasa mecanización y baja producción, por lo que las superficies están en disminución. Luego están las zonas llanas (Camp de Tarragona); se trata de zonas costeras, con altos niveles de mecanización, alta producción (2.500-3.000 kg/ha), gestionadas con técnicas modernas y riego por goteo".

"En los últimos años, la modernización de las instalaciones (avellanos de tronco único) ha permitido una reducción de los costes de producción, facilitando el control de los retoños, la poda anual y la recolección mecanizada".

En cuanto a las variedades, el 60-70% de los avellanedos españoles es de la variedad libre de virus Negret, de calibre medio-pequeño y ovoide, que muestra un rendimiento al descascarado del 47-49%, con una pelabilidad muy alta, y es muy apreciada por la industria. Otra variedad importante es la Pauetet. "Es importante señalar que en España también tenemos avellanedos de las variedades italianas Tonda di Giffoni y San Giovanni, y nuevas variedades de cría americana (OSU) como Yamhill, Jefferson y Dorris", destacó Rovira.

El mercado de las avellanas en España refleja lo que sucede en el resto del mundo. "El 10% del producto en cáscara está destinado al mercado fresco, mientras que el 90% de las avellanas se vende descascarado a la industria de transformación. En términos de importación-exportación, el 55% de la producción se exporta principalmente a los mercados de la Unión Europea y el 45% se queda a nivel nacional", explicó Rovira. "En España, los precios de las avellanas representan un problema: el de la Negret siempre es más bajo en comparación con la homóloga turca e italiana. Los productores locales han entendido que no pueden competir con la producción y las cotizaciones de Turquía, por lo que algunos también se dedican a transformar las avellanas, destinándolas a los mercados locales o a la venta en internet". Esto permite un mayor valor agregado en comparación con la simple entrega del producto en cooperativa.


Fuente de datos: DACC, Generalitat de Catalunya, Bolsa de Trebisonda; Ismea-Instituto de servicios para el mercado agrícola alimentario. Las variedades españolas son la Negret y la Comú, que representa todo lo que no es Negret. Levant y Giresun son variedades turcas. El precio registrado por Ismea se refiere al mercado italiano.

El sector avellanero español está agrupado en seis organizaciones de productores, todas ubicadas en Cataluña, con un total de 10.500 hectáreas (el 90% del total). Tres de estas OP son cooperativas (Unió Agrària, Conselva, Avellanera) y cubren solas el 65% de la producción. En 1997 se creó la DOP "Avellana de Reus" para promover el consumo interno y la valorización del producto.

Situación crítica en la provincia de Tarragona
"En la temporada 2023/24 no ha llovido durante mucho tiempo y esto ha creado el vaciado de los embalses, con la consiguiente falta de recursos hídricos para el riego de los avellanedos. El 17% de los avellanedos de la provincia de Tarragona se riegan con agua de los embalses. Han sido 3.800 las hectáreas afectadas por la escasez de agua, de las cuales 1.800 hectáreas son de avellanedos. Como consecuencia, las plantas se han secado", detalló Rovira.

"En los últimos años, a pesar de las dificultades relacionadas con el cambio climático, especialmente en períodos de grave sequía y temperaturas muy elevadas, el interés por el sector ha crecido mucho, lo cual ha impulsado la modernización de las instalaciones existentes en Tarragona y el aumento de superficies en la provincia de Girona. De cara al futuro, los agricultores catalanes trasladarán los cultivos de Tarragona a Girona, donde el clima es mejor. También hay interés por el avellano en otras regiones de España: por ejemplo, en Navarra, en el norte del país, se están realizando nuevas plantaciones con un proyecto de 70 hectáreas. En febrero de 2024 se plantaron las primeras 18 hectáreas de avellano Tonda di Giffoni", concluyó Rovira. "Las inversiones en investigación y buenas prácticas agrícolas son fundamentales para el sector. Considerando además que el consumo de avellanas está en aumento, merece mención especial el consumo de productos de kilómetro cero y el valor nutricional de las avellanas".

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