Con la adición de un segundo o tercer turno, las empresas pueden cosechar más superficie en un tiempo dado, y algunos recolectores prefieren trabajar con el fresco de las horas de la tarde que con el calor del día, aunque tengan que enfrentarse a más bichos, como mosquitos y jejenes.
Sin embargo, añadir turnos de noche significa contratar más conductores de carretillas elevadoras, inspectores y supervisores, así como recolectores, señala Lewis. "Las cosas se complican y aumentan los costes de gestión. Es un cambio en nuestra forma de hacer negocios".