Vestidos con monos blancos, al menos veinte personas del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) burlaron la seguridad fingiendo ser aplicadores de fungicidas de Sumitomo Fruits Philippines (Sumifru) en el municipio de San Roque en torno a las 4 de la mañana.
A continuación, los rebeldes se dispersaron y desarmaron la seguridad de la plantación antes de capturar a los dos soldados, según el inspector en jefe Levitico Estay, portavoz de la comisaría de policía de Davao del Norte.
Se hicieron con la escopeta y dos radios portátiles del vigilante Darwin Sajulga, mientras que otros se dirigían a la pista de aterrizaje, donde se encuentra el barracón del 60.º Batallón de Infantería del Ejército Filipino, cuerpo de refuerzo.
"A punta de pistola, los rebeldes secuestraron al cabo Benjamin Samano y al soldado de primer nivel Mark Ricarte y les retiraron sus armas de fuego y la munición", explica Estay.
Los rebeldes se apoderaron de uno de los camiones Isuzu Elf de la compañía y huyeron hacia el interior, añade.
El teniente Vergel Lacambra, oficial de información pública de la 10.ª División de Infantería del Ejército, indica que el asalto, que duró en torno a cinco minutos, se cree que fue perpetrado por el Frente 33 del NEP.
"Condenamos este último acto criminal del NEP. Nuestras tropas ya están realizando labores de búsqueda para localizar y rescatar a los soldados", asevera Lacambra.