¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

Cultivo de piña en Martinica



Ha pasado mucho tiempo desde que Morne Rouge Socomor procesara 24 toneladas de fruta al año procedentes de casi 200 productores, pero por suerte algunos agricultores siguen cultivando piñas. Se han agrupado para crear una cooperativa para vender sus productos.

William Honoré sigue confiando en el futuro del cultivo de piña en Martinica. El hijo de 29 años de un productor de piñas trabaja con su familia más de 10 hectáreas de tierra. Ya conducía un tractor cuando tenía 14 años y siguió haciendo estudios agrícolas.

Explica que cultivar piñas "demanda paciencia, mucho esfuerzo, mano de obra, trabajo y cosas inesperadas". Como otros productores e la zona, William Honoré lleva la mayor parte de su cosecha a la cooperativa de Lorrain, donde se vende a grandes tiendas de la región. El resto se vende en los mercados agrícolas.

Está satisfecho de que los políticos de Martinica se interesen por el cultivo de piñas. "Es bueno recibir fondos, pero no son suficientes para cultivar buenas piñas, el trabajo y la pasión por el trabajo cuentan, hay que prestar atención a cada fase del desarrollo de la planta, asegurarse de que una enfermedad no echa a perder la cosecha y confiar en la Madre Naturaleza".

Cada uno de los cultivos de William Honoré tiene 12.000 plantas de piñas que dan unos 10.000 frutos. Cada mes se hacen entre 500 y 700 trasplantes desde la planta madre. A continuación, deben clasificarse y transportarse a un terreno que este cubierto con una película plástica, preferentemente, para evitar las malas hierbas. Después llega el momento del tratamiento de la inducción floral, que desencadena la floración simultánea de todo el cultivo, lo que da lugar a una cosecha uniforme. William tiene contratados a cinco empleados a tiempo completo. Cuando el campo está en cosecha la fruta se recoge cada tres días, con 700 y 800 frutas por tonelada, que se venden a 2,50 euros el kilo al consumidor.
Fecha de publicación: