Los principales puertos del país en lo que a exportaciones se refiere, Moín y Limón, cuentan con reducida capacidad de asistir a grandes embarcaciones y el tiempo operativo que cada barco necesita para ser atendido (importación-proceso de exportación) es de aproximadamente 24 horas, a veces más, por buque.
“Las embarcaciones que arriban a nuestros puertos son pequeñas y tienen pocos espacios, ya que el puerto actual no tiene capacidad de atender grandes buques, incluso, en temporada alta hay semanas que no se carga toda la fruta y por la falta de espacio. Los exportadores muchas veces reciben cancelaciones de reservas y la fruta debe esperar a ser cargada en otro vapor en el mejor de los casos, o si no es posible, incluso se debe vender en el mercado local para lograr recuperar algún dinero. Además, en este momento, la empresa que opera el puerto (JAPDEVA) es un monopolio del Gobierno con altos costos operativos debido a la cantidad de horas de trabajo que cada buque requiere. Además, se dan paros y huelgas de los trabajadores que afectan directamente a todas las exportaciones. Después de concluir la Terminal esperamos solucionar este tipo de inconvenientes”, explica Sonia Alvarado, de HISPACORI, Exportaciones de Fruta Fresca.
Maqueta de la futura Terminal de Contenedores de Moín
El contrato para la construcción fue otorgado a APM Terminals, empresa Holandesa (presente en 58 países y 167 puertos y oficinas en todo el mundo). La empresa está ahora a cargo del diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento de la Terminal.
“La idea es atender buques 4 veces más grandes que los que el puerto puede atender actualmente La construcción se inició en enero pasado, la primera fase estará lista a comienzos de 2018 y tendrá una tecnología innovadora en equipo y áreas de manejo para contenedores secos y refrigerados”, comenta Sonia.
Estas embarcaciones de mayor tamaño podrán ser asistidas y de un modo más rápido. Además, contará con áreas especiales para la atención de contenedores refrigerados, lo que dará como resultado una calidad aún mejor para la fruta costarricense, lo que abrirá la posibilidad de cargar más fruta durante la temporada alta y todo el año en general.
“La terminal tendrá capacidad para atender 5 embarcaciones al mismo tiempo, con tiempos de carga y descarga de menos de 7 horas. Esto sería un récord nunca antes visto en Costa Rica”, afirma Sonia.
Además de una mayor capacidad, se espera que la modernización y ampliación tenga un impacto positivo en los costos de flete por contenedor, ya que las líneas navieras tendrán la oportunidad de usar buques más grandes, esto implica mejores tarifas de carga. Asimismo, el tiempo operativo se reducirá considerablemente, por lo que todas las líneas navieras tendrán sus beneficios.
“Con nuestra terminal, Costa Rica aspira a ser más competitiva en los mercados internacionales, ofreciendo productos de excelencia en un menor tiempo, cuidando todos los detalles acerca de la manipulación y la calidad. Al final, todos seremos beneficiados: productores, exportadores, intermediarios, compradores, líneas navieras, agencias de aduanas y el país, por supuesto”, concluye.
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