Los científicos han desarrollado un sensor que funciona como un pequeño percursor. El sensor está unido a una pared de metal y transmite las señales, que pasan a través de la pared y vuelven al sensor mediante un radar acústico. El radar reconoce diferentes patrones cuando las señales se reflejan en diferentes objetos. Un patrón alternante indica un objeto en movimiento. El sensor es tan sensible que incluso detecta la respiración.
Todavía no se sabe cuándo aparecerá el dispositivo en el mercado. De momento, todavía tiene que probar que es útil.
Fuente: Technology Review