Los productores chilenos han tenido que enfrentarse a unas condiciones meteorológicas gélidas a lo largo de cinco días, y, con toda probabilidad, las bajas temperaturas reducirán la cosecha de frutas de hueso de este invierno. Aunque es demasiado pronto para determinar su gravedad, se calcula que el frío ha diezmado la que se esperaba que fuese una abundante cosecha de cerezas.
"Nos han informado de que ha habido una helada que ha durado cinco días y que ha afectado a parte de las cosechas de cerezas y frutas de hueso", declara Steve Pearson, de Bengard Marketing, que importa muchas frutas de Chile a Estados Unidos. "Los daños más graves los han sufrido en Curicó y Rancagua".
La temporada de cerezas comenzará, como muy pronto, a finales de octubre, y solo entonces se conocerá el alcance de los daños que ha provocado el frío. Los albaricoques, melocotones y ciruelas se cosechan más tarde, en diciembre, y, aunque no se sabe hasta qué punto, es casi seguro que el frío perjudicará al rendimiento.
"Aún no conocemos el porcentaje, pero va a haber daños y frutas no aptas para la cosecha", asegura Pearson. "Una helada de esta magnitud siempre reduce los volúmenes". Sin embargo, seguramente los productores ajustarán sus previsiones, ya que estas condiciones meteorológicas no son insólitas en Chile.
"Chile esperaba una cosecha de cerezas de récord, pero parece que, ya sea por culpa de las lluvias o del frío, todos los años acaba habiendo menos de lo que se esperaba en un principio", concluye.
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Steve Pearson
Bengard Marketing
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