Las altas temperaturas y la granizada ocurrida en julio en la zona de Castilla La Mancha han afectado a la producción de cebollas. “Donde esperábamos tener 60.000 o 70.000 kilos, hemos obtenido 40.000, y donde esperábamos calibres de 90, encontramos de 50, 60 o 70”, explica Pablo Delgado, de Quality Onions.
Este hecho afectará a los precios, que, de momento son más elevados que la campaña pasada. “El saco de 25 kilos el año pasado se estaba vendiendo a 5 euros. Este año está a 8 euros y esperamos que alcance incluso los 10 euros”, añade Delgado.
Es lo que se conoce como la marca España, Spanish Onions, lo que mercados como Inglaterra o Alemania demanda, más que marcas de empresas individuales. Se trata de una cebolla de un color caoba u ocre característico, de gran tamaño, para el canal horeca. “Suelen comercializarse para hacer aros, dados de cebolla, etc.”, explica Delgado. De esta forma, con menos piezas se consigue una gran cantidad de cebolla.
Las cebollas españolas se caracterizan por ser de día medio, lo que se traduce en menos capas y ser más delicadas para la mecanización. En el otro extremo se encuentra Holanda, el primer productor de cebollas. “Además de la logística, España aún tiene que mejorar el sistema de conservación de las cebollas en comparación con Holanda. Uno de los grandes problemas que tienen las cebollas es ser recolectadas cuando está lloviendo o el tiempo esta húmedo. Ellos las tratan con aire forzado, y nunca tienen problemas con la humedad. Manejan todo el tema de la conservacion muy bien”.
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Pablo Delgado
Quality Onions
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