En respuesta a la presión continua del mercado y a la enorme cantidad de deuda contraída, Greenyard ha presentado recientemente su Plan de Transformación. El plan consta de tres partes: vender fábricas, eliminar 422 puestos de trabajo y prescindir de la división de hortalizas en conserva.
Atracción de capital adicional
Con el Plan de Transformación, Greenyard quiere reducir el alto nivel de endeudamiento –5 a 6 veces el beneficio operativo bruto (EBITDA – a un ratio de deuda de 3. De esta manera, Greenyard quiere mejorar su REBITDA hasta alcanzar los 60-65 millones de euros. Este objetivo debe ser logrado en tres años. Greenyard también ha nombrado al banco de inversiones norteamericano Lazard para ayudar a encontrar un inversionista para recaudar capital adicional.
Aumento de los beneficios
Las medidas deben llevar a una mejora de los ingresos operativos de 20 millones de euros en este año fiscal y de 44 millones de euros en el ejercicio fiscal siguiente. Como resultado, los ingresos operativos totales dentro de dos años aumentarán a 100 millones de euros.
Desaparición de puestos de trabajo principalmente en Alemania y el Reino Unido
En la división de hortalizas y frutas (Fresh) desaparecerán 422 puestos de trabajo. La mayoría de los empleos desaparecen en Alemania y el Reino Unido, pero también en los Países Bajos y Bélgica. Los empleos desaparecerán en todos los niveles de la compañía y, para empezar, el director de operaciones, Carl Peeters, sale en el mes de mayo. Greenyard está investigando la posibilidad de reubicar a los empleados afectados en otras divisiones de la compañía.
Venta de la división Prepared
Greenyard también venderá la división de conservas de frutas y hortalizas (Prepared) con miras a una mayor reducción de la deuda. BNP Paribas Fortis y KBV Securities están buscando posibles compradores para esta división. Este departamento tiene tres fábricas, dos de las cuales están en Bélgica (Bree y Rijkevorsel) y la tercera en los Países Bajos (Velden).
Congelados
Los dos directores ejecutivos, Hein Deprez y Marc Zwaaneveld, también anuncian que las fábricas de congelados estarán a la venta porque la compañía quiere "optimizar, racionalizar y consolidar" su tamaño y estructura organizativa. La fábrica húngara ya está en la lista a eliminar porque contribuye muy poco al EBITDA. Con la venta de tales "actividades no esenciales", el gigante de las frutas y hortalizas espera generar entre 50 y 75 millones de euros.
Reacción de Hein Deprez, co director ejecutivo:
“El verano extremadamente seco de este año, la campaña de retirada del inicio del verano, pero principalmente la continua y persistente presión en el mercado, nos han obligado a tomar decisiones importantes. Después de años de crecimiento intensivo, es hora de consolidar nuestra fortaleza y escala y utilizarlas para establecer una colaboración aún más estrecha con nuestros clientes. Queremos seguir siendo el socio fuerte y eficiente del sector minorista, incluso más fuerte que el de hoy. Un socio que está listo para el futuro, junto con sus clientes. Hoy en día ya estamos haciendo grandes progresos a través de estas iniciativas.
“Desafortunadamente, esto también significa una transformación de la organización. Estamos convencidos de que estas medidas son necesarias para un futuro más saludable para Greenyard, sus empleados, sus clientes, sus proveedores y también sus accionistas”.
Reacción de Marc Zwaaneveld, co director ejecutivo:
“Creemos que Greenyard tiene un futuro brillante por delante. Al garantizar la implementación estricta del Plan de Transformación, podremos aprovechar un gran potencial aún sin explotar que mejorará significativamente nuestra eficiencia y rentabilidad. Además, nuestro análisis para una reorganización de las distintas divisiones, garantizará que podamos ofrecer a nuestros clientes la misma calidad de servicio a la que están acostumbrados, al tiempo que optimizaremos Greenyard vendiendo activos que ya no son esenciales y mejorando nuestra estructura de costos”.