En la compañía Fruchthof Hensen, en el sur de Renania del Norte-Westfalia (Alemania), las fresas frescas prosperan durante aproximadamente 8 meses al año. Ya sea en campo abierto, en los túneles, en el invernadero o en mesas de cultivo: existe una técnica de cultivo adecuada para cada estación y tipo de clima. A pesar de los muchos desafíos a los que se enfrenta el sector, el retail de Alemania se abastecerá con frutas turgentes de la localidad de Swisttal durante toda la campaña. 
Después de la cosecha y la preparación, las frutas frescas se envasan en la planta de envasado. Los formatos comunes en el retail son bandejas de 400 y 500 g. Además, una pequeña parte de los productos va a Austria y termina principalmente en el mercado mayorista de Viena. Sin embargo, con un volumen total de ventas de aprox. el 95%, el retail de alimentos es, con diferencia, el principal pilar del productor.
La variedad principal en el cultivo actual es la tradicional Elsanta. Pero en las mesas de cultivo también se cultivan variedades modernas como la Florina. La cosecha de las variedades tempranas en campo abierto ahora está definitivamente terminada, informa Hensen. "Ya hemos probado el cultivo de la nueva variedad Limalexia, pero resultó ser extremadamente propensa al mildiu. Sin embargo, probaremos la variedad nuevamente en el invernadero en el otoño". No hay ninguna variedad en el cultivo moderno que realmente se destaque. "El crecimiento y la calidad de cada variedad dependen en gran medida del clima. La calidad es crucial en cualquier caso, especialmente en el retail", dice el productor experimentado, que se hizo cargo de la firma en 2016. 
Fruchthof Hensen ha estado trabajando estrechamente con el grupo SanLucar desde hace casi 20 años, pero aún es una empresa independiente. Esta cooperación todavía le brinda muchas ventajas a la empresa familiar, confirma Hensen.
Competición dura
Además del constante desarrollo de nuevas variedades de alta calidad y alto rendimiento, Hensen recalcó la dura competencia entre los países productores. "La competencia con los Países Bajos se produce principalmente por la venta al retail. Sin embargo, los Países Bajos optan cada vez más por realizar inversiones. La industria alemana es más conservadora en ese sentido".
Donde una vez floreció la fruta de pepita, ahora hay un invernadero de 7 hectáreas. Hace aproximadamente 3 semanas, se terminó la cosecha de las fresas de invernadero. En otoño, habrá nuevamente productos de invernadero. Una tercera cosecha en el verano no es posible, dice Hensen. "Hemos intentado esto varias veces en el pasado, pero los precios finales del comercio son demasiado altos".
Hensen ve una gran competencia con los países productores del sur de Europa, especialmente en la primera parte de la temporada. "A principios de abril, todos los productores de invernaderos se ponen en marcha y España es muy fuerte en el mercado. Como resultado, el mercado está totalmente sobresaturado en ese momento, por lo que los niveles de precios nunca son normales. Más adelante en la temporada, experimentamos un poco menos de presión sobre los precios".
Actualmente, los productos alemanes están en competencia directa con los de los Países Bajos. Al comienzo de la temporada (alrededor de marzo-abril), España tiene mucha presencia en el mercado. Hensen: "A partir de marzo, la calidad del producto español baja significativamente, pero si finalmente desarrollan una buena variedad temprana para poder extender su temporada, tendremos un gran problema. Por eso necesitamos desarrollar continuamente nuestra propia gama de variedades".
Situación satisfactoria del mercado
La comercialización había ido bastante bien en la campaña anterior, agrega Hensen. "Después de Pentecostés, la oferta y la demanda mantienen su equilibrio. Los precios por kilo para las fresas cultivadas en campo abierto se moverán dentro de los rangos normales, por ejemplo, a 3 euros. Estamos intentando vender las frutas de las mesas de cultivo con un recargo de 0,50 euros debido a los mayores costes de producción y su mejor vida útil. En general, los precios son bastante estándares, aunque lo ideal sería que ganáramos entre 0,10 y 0,20 euros más por kilo".
Ralf Hensen entre las mesas de cultivo que están en uso en aprox. 10 hectáreas. "La irrigación para este tipo de cultivo es todo un reto. Afortunadamente, estamos bien posicionados en cuanto a la ubicación. Además, también creo que el rango de variedad cambiará lentamente. En los campos que se han utilizado durante mucho tiempo, las variedades de fresas holandesas no funcionan tan bien como las variedades italianas", dice Hensen. 
Para más información:
Fruchthof Hensen
Ralf y Irmgard Hensen (Alemania)
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