Algunos alimentos en la República Checa se han vuelto más caros en comparación con el año pasado, siendo el más obvio el precio de las hortalizas. Esta información la publicó la Oficina de Estadística checa el domingo.
Las cebollas actualmente cuestan el doble en la República Checa que en el año pasado. Para la coliflor, las patatas y el repollo, los precios 
incluso aumentaron más del doble. Así lo refleja el informe de la Oficina de Estadística, que publicó los precios promedio de 60 alimentos.
El precio que más ha subido es el de las cebollas. En verano, un kilo costaba 32,52 coronas (1,27 euros), mientras que hace un año costaba 15,40 coronas. La coliflor ha subido casi 17 coronas (0,66 euros). El precio de los pepinos y pimientos aumentó más del 30%, mientras que los tomates han subido alrededor del 20%. Como resultado, también ha subido el precio del ketchup, los pepinillos y el repollo desde el año pasado.
Sin embargo, el precio de algunas frutas como manzanas, limones y naranjas ha bajado en comparación con el año pasado.
Según el analista económico Lukáš Kovanda, del Fondo Checo, es probable que la inflación de los precios de los alimentos continúe. De fondo están la sequía persistente y las altas temperaturas. Según Kovanda, la cosecha deficiente de cereales y patata no se repetirá, pero los agricultores "aún no están satisfechos". La subida de los precios de los alimentos se ha acelerado y será aún más pronunciada el próximo año, dijo Kovanda.
Fuente: Radio Praha