Muchas empresas chinas han regresado a niveles normales de negocio con el control paulatino de la COVID-19. Fruit Brother, sita en Xiong'an, Hebei, es un cliente regular del mercado mayorista de fruta Xinfadi de Pekín. "Todo el mercado se está recuperando deprisa. No solo el mercado de la fruta nacional, sino que la de importación también vuelve a estar disponible. Algunas frutas aún son bastante caras, como el durián y el mango. Otras frutas de importación tienen un precio más razonable, como las uvas y las ciruelas chilenas. Las ciruelas se están vendiendo bastante bien porque tienen un valor nutricional muy alto. Y el brote de COVID-19 ha convencido a los consumidores chinos de la importancia de la fruta", dicen desde la empresa.
En esta época del año las fresas llegan al mercado chino. "Nosotros también vendemos fresas, pero las fluctuaciones de precio son enormes. Es una fruta con una vida útil relativamente corta y dependemos de los agricultores que abastecen al mercado. La temporada de la venta al detalle de la fresa comienza en enero y alcanza su máximo en febrero. Continúa con menos intensidad en marzo y abril, y el precio cambia cada día. Depende de la oferta diaria y de la demanda en ese día en concreto. Hay muchas variedades de fresa, pero la Dandong 99 Red tiene mucha demanda en el mercado chino", añaden.