El mercado europeo se encuentra actualmente desabastecido de cerezas, debido al impacto de las inclemencias meteorológicas en zonas productoras de Portugal, Italia, Francia y españolas como el Valle del Jerte, en Extremadura, así como en Aragón, Alicante o Lérida.
“En el Valle del Jerte, aunque empezamos a comercializar las variedades más tempranas tanto a nivel nacional como en exportación, hemos tenido un mes con abundantes lluvias y granizadas. En la última semana ha estado lloviendo durante 6 días seguidos, por lo que las variedades tempranas que aún quedaban por recolectar y las de media estación se han visto severamente afectadas. Hemos perdido alrededor del 40% de las cerezas tempranas y el 80% de las variedades de media estación”, explica Mónica Tierno Díaz, directora de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte.
“De momento no estamos sirviendo hasta que se reanude la cosecha la semana que viene, cuando esperamos volver a remontar y a disponer de cada vez más volúmenes. Pasado este bache, empezaremos a contar con suficientes volúmenes y calidad en variedades tardías y en picota, garantizando el suministro desde junio hasta finales de julio”, añade.
A pesar de las adversidades meteorológicas y de la COVID-19, la demanda ha sido muy buena, de acuerdo con Mónica Tierno. “Llegamos muy bien a los mercados al principio, pese a la incertidumbre que nos dejaba la crisis del coronavirus al ver cómo algunas frutas y hortalizas vieron caer sus ventas. Pero la sensación que tuvimos es que el consumidor, después de haber estado confinado tanto tiempo, tiene ganas de productos nuevos y estacionales. De momento no hemos notado la presión de otros orígenes en el mercado, ya que apenas hay presencia de cerezas en los lineales. A partir de mayo se espera una mayor competencia en Centroeuropa de las cerezas de Turquía, que vienen con una gran cosecha, habiendo esquivado toda adversidad a diferencia de la mayoría de países productores del arco mediterráneo. Los precios están muy altos ahora por la escasez de oferta, pero no es algo tan positivo si no dispones de la producción suficiente”.
Dependiendo de las particularidades de cada campaña, las cerezas del Valle del Jerte se exportan entre un 50 y un 60% y el resto se comercializa en el mercado nacional. “Estamos muy enfocados en los mercados de la Unión Europea y del este de Europa, a la vez que vamos ganando presencia cada año en Hong Kong y Emiratos Árabes Unidos. Formamos parte de la Mesa Sectorial de la Cereza española, la cual continúa trabajando para que la cereza sea el próximo producto español en conseguir el protocolo para alcanzar el mercado chino. Consideramos que China es un mercado muy rentable para la cereza, donde culturalmente este producto se considera como un bien preciado. Tenemos los ejemplos de Chile o Argentina, que tienen su principal mercado en China para sus cerezas. Hemos hecho nuestro trabajo para demostrar que estamos preparados para suministrar cereza a China. Ahora son las autoridades chinas las que deben decidir”, señala Mónica Tierno.
La superficie de producción de cereza en el Valle del Jerte se mantiene estable en los últimos años, debido a que no hay más capacidad, aunque sus agricultores continúan renovando sus variedades y perfeccionando sus técnicas de cultivo. “Queremos abarcar mercados más lejanos y para eso nuestra fruta debe ser más competitiva”.
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Miguel Ángel Durán
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